Toros

Wolff, despedido con gritos de "torero, torero" en el pregón taurino

  • El filósofo francés hace un llamamiento a ir a los toros "sin complejos": "Los toros nos gustan y es mejor que olvidemos todas las demás razones para ir a la plaza orgullosamente y llevando de la mano a nuestros primos catalanes y gallegos".

El filósofo francés Francis Wolff ha pronunciado el pregón taurino de Sevilla con un llamamiento a ir a los toros "sin complejos" y ha sido despedido con gritos de "torero, torero" en el Teatro Lope de Vega.

Una letanía de antiguos matadores sevillanos puso fin al pregón del filósofo francés, que guardó la parte más emotiva, también la más actual, de su intervención para un aclamado final en el que aludió a su libro 50 razones para defender la Fiesta de los Toros. Wolff recalcó que "la más importante es que los toros nos gustan y es mejor que olvidemos todas las demás para ir a la plaza orgullosamente, sin complejos y llevando de la mano a nuestros primos catalanes y gallegos".

Antes, Wolff había desgranado un texto en el que comparó la ética y la esencia de las corridas de toros con las principales corrientes del pensamiento filosófico. "¿Para qué hablar de filosofía a los aficionados sevillanos?", se preguntó el pregonero, que se contestó a sí mismo señalando que "yo he aprendido poco a poco que la Filosofía no tiene mucho que enseñar a los aficionados porque sus conceptos los estamos viendo día a día en los ruedos".

Wolff explicó que "en el toreo comprendemos a Platón sin haberlo leído nunca. Sólo la corrida de toros obra el milagro de materializar la idea platónica", precisó el pregonero que aludió a una faena de El Cid en 2005, ante un toro de Victorino, en la que "Manuel Jesús había desaparecido y sólo quedaba El Cid". El filósofo francés también aludió a las doctrinas aristotélicas señalando que el corazón de la Fiesta está directamente entroncado con "la esencia misma de la vida. El toro es la expresión de la propia naturaleza, de todas sus posibilidades. El toro está en libertad como oposición al buey manso. El ruedo es el territorio donde el toro libra su último combate para defender la bravura", señaló Wolf.

Después de basar la ética del toreo en cuatro pilares fundamentales -valor, dignidad, dominio y lealtad- Wolff cerró el círculo de comparaciones filosóficas aludiendo al epicureismo al señalar que esta corriente filosófica sostiene que "el placer es la única buena razón para actuar. Vamos a la corrida a disfrutar. No hay una buena corrida sin un posterior enfrentamiento dialéctico entre amigos. Ninguno parece haber presenciado el mismo espectáculo", refirió.

Wolff fue presentado por el embajador francés en España, Bruno Delaye, que dijo de su compatriota que "no maneja la espada ni las banderillas, pero es un ser peligroso por ser un filósofo de talento, y eso molesta". El acto, celebrado en el Teatro Lope de Vega de Sevilla, había sido presentado por la delegada de Fiestas Mayores, Rosamar Prieto-Castro, que recalcó que "una Fiesta tan nuestra forma parte de nuestro acervo cultural". Prieto también reconoció que "vivimos tiempos difíciles para nuestra Fiesta pero Wolff nos invita a los aficionados a alzar la cabeza y caminar orgullosos".

El pregón taurino de Sevilla, organizado por la Real Maestranza de Caballería y el Ayuntamiento, estuvo presidido por el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, y el teniente de Hermano Mayor del cuerpo nobiliario, Alfonso Guajardo-Fajardo y Alarcón.

Wolff hará doblete en Sevilla, ya que después de pregonar la temporada taurina que comienza este Domingo de Resurrección en la renovada plaza de toros de la Real Maestranza, presentará este lunes su nueva obra, 50 Razones para defender la corrida de toros, cuyo argumento ha sido el que ha empleado para la defensa de las corridas de toros en el Parlamento Catalán. El filósofo francés expondrá las razones que le llevaron a escribir este texto y por qué se puede seguir defendido la fiesta en el siglo XXI.

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