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2021: un año de balance sobre la temporada taurina onubense con la covid por testigo

  • A pesar de persistir las restricciones originadas por la pandemia la temporada en tierras onubenses deja al menos un alentador balance respecto a la temporada anterior. 

2021: un año de balance sobre la temporada taurina onubense con la covid por testigo

2021: un año de balance sobre la temporada taurina onubense con la covid por testigo / Paco Guerrero (Cortegana)

Si el año que se acaba de marchar hubiese que mirarlo a nivel de datos macro se me ocurre que los vértices que más lo definen debieran ser Niebla, Colombinas, Cortegana y Palos de la Frontera.

Niebla por asumir la temporada más amplia en cosos onubenses; Colombinas por ese nuevo enfoque empresarial; Cortegana porque allí sucedió la más intensa feria torista de la temporada y Palos porque significó por contra la mejoro odisea torera con un David de Miranda frente a seis toros. No es poca cosa que contar si además no evitamos el recuerdo de una brillante tarde de toros en Campofrío con un excelente y grande, en todo, encierro de El Parralejo.

A Huelva, sus Colombinas llegaron a ponerle luz en esas tardes de agosto. Lo hicieron de forma casi sorpresiva puesto que escasos dos meses de que comenzara la feria la empresa anunciaba cambio de empresario.

Mientas todo eso se fraguaba a crédito de dos meses la temporada en Huelva tenía su inicio en Niebla una plaza que a la postre iba a erigirse prácticamente en plaza de temporada ya que finalmente fueron cinco fechas las que sobre los carteles se pergeñaron en el coso iliplense. Era el 30 de mayo cuando Romero junto a los hermanos Jiménez, Javier y Borja, le dejaban a la temporada las primeras sensaciones: un deslucido encierro de Torrehandilla ayuno de casi todo lo que se espera de un toro bravo pero con el que Borja y Romero se fueron a hombros.

Para junio se avanzaba ya que Palos de la Frontera sería uno de los puntos importantes del circuito de novilladas en Andalucía y lo hacia demás fijándose en el duelo ganadero que los novillos de Tomás Prieto de La Cal mantendrían junto a los de Juan Pedro Domecq. Buena sensaciones dejarían esa tarde los utreros de La Ruiza e inmejorables las que a nivel torero dejó un joven torero murciano llamado Jorge Martínez.

Principiaba junio y los primeros mimbres de la feria de Colombinas ya se habían destapado. Dos corridas de toros, seis rejoneadores, la ausencia de Andrés Romero, el Popeye Torero eran parte del comentario de calle mientras que Aracena presentaba el cartel de un festival taurino para el 3 de julio como pórtico de ese I Congreso de Aficionados Prácticos que se anunció para la plaza serrana. Poco antes de que junio terminara, la ingrata noticia de la muerte del ganadero de Arucci, Miguel Ángel González, dejaba un vacío en el mundo ganadero que se había hecho inmenso cuando por febrero en el impas de apenas 24 horas el campo bravo se había vestido de luto por la sentida muerte de Francisco y Antonio Domínguez Camacho.

Campofrío: tarde grande

Antes de que llegara la feria de la capital, una modesta plaza con aval de histórica dejaba plantada en la temporada onubense una monumental tarde de toros. Y cuando cito toros lo hago destacando la presentación de un encierro poco intuido en tal ruedo y el compromiso torero de Jesuli de Torrecera, Oliva Soto, Mario Diéguez, Alejandro Conquero y María del Mar Santos. Impresionan aun en el recuerdo esa estampa, nobleza y bravura de esos cinqueños de El Parralejo de los que Planetario, numero 28 y nacido en septiembre de 2015 se marchó vivo para el campo. Bonita tarde en plena canícula con Campofrío dando testimonio de su compromiso con la Fiesta. Es justo pensar que llegáramos a Colombinas con el ánimo por las nubes aun siendo conscientes de que había que cambiar un trozo de trapío por nombres más altisonantes en los carteles.

A un mes justo del día grande de Huelva, el flamante empresario de La Merced, José Luis Pereda López se plantaba ante el mundo taurino para explicar el porqué de su primera feria de Colombinas. El debut de Torrestrellas para Morante, Luque y Ortega y juanpedros para Perera, Roca Rey y Miranda enmarcando un cartel de seis rejoneadores que hacia treinta y tantos años que no se veía anunciado. Huelva se creyó su feria y se fue en un número muy aceptable de público a ver como lo de Torrestrella no funcionaba frente al empreño que le puso Morante, adalid del debut de la divisa en Huelva, la conformidad torera que se trajo Juan Ortega para irse de vacío y la decisión con la que Luque justificó su inclusión en los carteles con una luchada Puerta Grande que no deja lugar a la duda en la gran temporada del de Gerena.

Como pegamento a una semana de programación complicada el espectáculo del Popeye Torero, concurrido de espectadores, anexionaba una tarde con seis rejoneadores sonando a carteles de antaño. Gran corrida de Bohórquez que dejó dos claros triunfadores en cuanto a trofeos: El portugués Francisco Palha y la francesa Lea Vicens. Aunque en realidad quien marcó la brillantez de la tarde fuese el veterano Pablo Hermoso a lomos de Berlín finalmente no rematada con los aceros.

Con todo eso dentro la última del ciclo capitalino, que había subido un escalón la presentación del toro, prometía cosas y las tuvo. Lo de menos es ese indulto, insulso y barato, del cuarto de la tarde , Vitoreado, negro mulato, número 28 de Parladé a cargo de Miguel Ángel Perera. Tarde de gallos de pelea con triunfos de Roca Rey y Perera y el sobrevivir en esa intensa batalla de la tarde con Miranda sacando la cabeza para irse también a hombros tras lidiar el lote más triste de la tarde.

Cortegana y el toro

Mientras los espectadores abandonaban el coso mercedario en su puerta se repartían carteles de mano anunciando por septiembre ‘la mejor feria torista de la temporada’. Faltaba aun un mes pero Cortegana aparecía por ese horizonte donde los nombres de Cuadri y Murteira habían borrado de los carteles los nombres de las figuras. Comenzaban las especulaciones pero lo más cierto es que el reto puesto en liza por una mujer, su alcaldesa, decidida a llevarlo para adelante contra viento y marea funcionó a lo grande. No solo a lo grande; funcionó con grandeza de acontecimiento porque a la suma de anunciar una novillada y dejar oportunidad a nombres de la tierra, el corridón de Cuadri derrochó todo lo bueno que puede tener dentro un toro bravo: casta, bravura, nobleza y una impresionante presencia.

La tarde siguiente Murteira aseguró la apuesta serrana con un gran encierro de utreros al que no le perdieron la cara los onubenses Alejandro Conquero, Emilio Silvera y el lusitano Diego Peseiro. Quedaba encarar octubre con el último vértice vital de la temporada onubense: la tarde de los seis toros en solitario de David de Miranda en Palos de la Frontera.

Apasionante Miranda

Un auténtico acontecimiento cuidado al máximo detalle, con seis hierros ganaderos de Huelva dejando sensaciones varias y con un excelente ejemplar de Manuel Ángel Millares destacando junto a ese triunfo incuestionable, torero, brillante y justo. Una soberana lección de poder de David de Miranda rebelado frente a la injusticia de una situación que con la justificación de la pandemia le ha hurtado su presencia en las grandes citas. Miranda propició una de las tardes brillantes que ha tenido esta temporada 2021 en Huelva. Nos hubiese gustado contar que dos ferias tradicionales e importantes como Valverde y Zalamea hubieran tenido su protagonismo más estas no han acudido a su cita con los carteles y sinceramente pesa.

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