José María Manzanares

“La corrida del Domingo de Resurrección es la más importante del mundo”

  • Superados los problemas de salud por los que debió cortar la temporada española pasada, ha cosechado varios éxitos en los comienzos de 2009

—Cómo se desarrolló su campaña americana?

—Sobre todo quedé contento con lo conseguido en Lima, Bogotá, San Cristóbal, donde indulté un toro, y en Maracaibo. La pena es que no he podido triunfar en México, donde tenía muchas ganas tras el gran éxito de hace dos años.

—¿Y el comienzo de la temporada española?

—Lo de Olivenza ha estado muy bien. Tuve dos toros complicados, me empleé a fondo y los exprimí bien. En Valencia no tuve suerte con los toros de Juan Pedro Domecq. Fueron sosos, faltos de raza y se quedaban cortos.

—¿Qué supone debutar el Domingo de Resurrección?

—La corrida del Domingo de Resurrección es la más importante del mundo. Es emblemática. A base de esfuerzo y sacrificio he podido entrar en ella, lo he logrado y estoy contento.

—¿Considera la fecha tan importante como para que Perera haya desistido negociar para la Feria de Abril, si no estaba hoy en los carteles?

—No. A mi me pasó eso. Hace un par de años triunfó Talavante y le pusieron al siguiente a él. Lo entendí. Y apostamos. Me ofrecieron, como ha sucedido ahora a Perera, varias tardes con buenos carteles, en los que iba bien colocado, aunque me dejaban fuera del Domingo de Resurrección, y acepté. Sólo por el hecho de poder torear en Sevilla hay que aceptar. No se debe perder esa oportunidad. Para mí Sevilla es algo especial.

—Hábleme del cartel...

—A Morante y El Cid los respeto y admiro. Es un cartel muy bonito y muy sevillano porque aunque soy alicantino me identifico plenamente con Sevilla en todo. Zalduendo, independientemente del momento en que se encuentre, siempre suelta toros buenos. Da un porcentaje muy alto de toros que sirven.

—Tres tardes y el Domingo de Resurrección, ¿suficientes?, ¿muchas?, ¿pocas?

—Yo a Sevilla voy muy a gusto. Eso me pasa en pocas plazas. Y es porque salgo a disfrutar. Como sé que me van a entender, que van a captar mi toreo por la sensibilidad que se tiene en Sevilla, cuantas más tardes toree mejor y más posibilidades para triunfar.

—De todos sus carteles, ¿cual es para usted el más comprometido?

—Por la fecha, el del Domingo de Resurrección. La expectación es máxima y tiene una gran repercusión.

—Además de El Cid y Morante, coincide con otra media docena de toreros, a los que me gustaría que definiera.

—Ponce es un figurón y privilegiado; Luque quiere abrirse camino, ha progresado mucho y tiene grandiosas cualidades; con Rivera Ordóñez, además de por amistad, le respeto muchísimo por su trayectoria; El Juli, también amigo, es un monstruo, de gran entrega y profundidad, un privilegiado; El Fandi es la capacidad, superación y técnica y Talavante es de los que más me gusta por su profundidad y personalidad.

—¿Qué sensaciones le vienen ahora de la gran faena del año pasado?

—Fue muy bonito. Además de la faena del día de la lluvia, que todo el mundo cantó, también recuerdo los dos toros de Zalduendo, como con la corrida de El Ventorrillo. En todas ellas tuve sensaciones muy hermosas, de una gran carga emocional. Además, coincidió con la muerte de mi tío Manolo. Y todo lo que hice, con el marco de la Maestranza y ante la gente de Sevilla, no se olvidará jamás.

—¿Cuál es el planteamiento para 2009?

—Sumaré unas 70 corridas, aunque quiero que me recuerden por las faenas, no por las estadísticas.

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