Feria de San Miguel | Tercera de abono

La tarde, de Perera y El Parralejo

Manuel Perera pasea el trofeo conseguido en su primer novillo.

Manuel Perera pasea el trofeo conseguido en su primer novillo. / Juan Carlos Muñoz

MANUEL Perera y el hierro de El Parralejo fueron los grandes triunfadores en una novillada que comenzó con el hándicap de un fuerte ventarrón para continuar por caminos de gozo gracias a al tesón de dos novilleros y al gusto y el sabor del nieto de Manolo Vázquez. Dos orejas cortó el extremeño Manuel Perera, que es el líder del escalafón y que sabe del dolor de las cornadas.

También pudieron cortar oreja Manolo Vázquez en el cuarto y Jaime González-Écija en el quinto, pero el mal uso de los aceros fue el impedimento. Novillada en el corazón de esta atípica Feria de San Miguel con un cartel rematado, acorde con los de las corridas de toros. Dos novilleros que llegan arreando y un debutante al que corre por las venas la esencia de la tauromaquia según Sevilla, un nieto del inolvidable Manolo Vázquez y que llegaba a la Maestranza vestido como tantas veces vimos a su abuelo, de un celeste y oro que le hacía asemejarse a un seise.

Jaime González-Écija es volteado por uno de los novillos de El Parralejo. Jaime González-Écija es volteado por uno de los novillos de El Parralejo.

Jaime González-Écija es volteado por uno de los novillos de El Parralejo. / Juan Carlos Muñoz

Y en esta novillada tan entrañable, otra nota tan para el sentimiento como la del encierro elegido. Novillos de El Parralejo, esa ganadería conformada con sangre de Jandilla y de Fuente Ymbro que llevó con mimo el gran Pepe Moya Sanabria. Y ese pellizco sentimental viene, precisamente, por la ausencia del ganadero, fallecido en este año de pandemia y crujir de dientes. Y qué mejor homenaje a su memoria que Sevilla, su plaza, aplaudiera a los seis novillos en el arrastre. Fueron El Parralejo y Manuel Perera los grandes triunfadores de una tarde que empezó con un viento que se interpuso entre los deseos de Manolo Vázquez para cuajar a un novillo de bandera, el llamado Jalaperras.

En el cuarto, con el viento más calmado, ya pudo sacar algo de lo que debe atesorar su sangre, pero la espada le jugó en contra y se le esfumó el trofeo. Jaime González-Écija se mostró muy dispuesto durante toda la tarde y, muy valiente, le gana la pelea a Pelirrojo, un buen novillo con hechuras de torito como todos sus hermanos que pedía papeles.

En el tercer festejo de San Miguel se produjo el tercer sainete de la banda de música

El triunfo se le fue al ecijano con la espada para que en el quinto se repitiese la película. Un buen toro, un buen torero siempre dispuesto a tirar la moneda al aire, pero desmañado con el estoque. Una pena porque su toreo llega y en esta tarde de su debut llegó con facilidad. Claro que la tarde fue para Manuel Perera, que demostró por qué es el líder del escalafón de novilleros. A su primero lo paró con el capote rodilla en tierra y en el sexto se fue a portagayola para rematar un puñado de delantales que puso aquello calentito.

Manolo Vázquez lidiando al cuarto novillo de la tarde con la muleta. Manolo Vázquez lidiando al cuarto novillo de la tarde con la muleta.

Manolo Vázquez lidiando al cuarto novillo de la tarde con la muleta. / Juan Carlos Muñoz

Le brindó a Paco Ojeda, tuvo una colada espeluznante, no se amilanó y si no le pierde su ardor juvenil le corta las dos orejas. Y es que hubo un momento con al plaza enardecida que atropelló la razón. No obstante remató la tarde con un estoconazo y otra oreja al esportón. Una tarde en que la figura de Pepe Moya sobrevoló por los cielos del Baratillo y en la que se produjo el tercer sainete de la banda de música, que cuando no se para inopinadamente arranca a tocar cuando el torero se va por la espada. Va a un sainete o dos por tarde, conque a ver si vuelve al balcón el titular y nos dejamos de novatadas.  

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