Toros

El emotivo adiós de Antonio Domecq

  • El jerezano cierra su carrera en la Maestranza con una vuelta al ruedo en la que es acompañado por su hijo · Fernandes, Cartagena, Hernández y Palha cortan una oreja cada uno y Moura, hijo, es ovacionado

GANADERÍA: Corrida de Fermín Bohórquez, en conjunto buena. TOREROS: Antonio Domecq, rejón, medio rejón y otro rejón (vuelta al ruedo). Rui Fernandes, pinchazo y rejón (oreja). Andy Cartagena, rejón de efecto rápido (oreja, con petición de la segunda). Joao Moura, hijo, rejón (saludos tras petición. Leonardo Hernández, rejón (oreja, con petición de la segunda). Francisco Palha, pinchazo y rejón (oreja). Incidencias: Plaza de toros de la Real Maestranza de Sevilla. Domingo 8 de mayo. Matinal de rejones. Casi lleno. Retirada de Antonio Domecq, que dio una emotiva vuelta al ruedo con su hijo y que recibió brindis de sus compañeros por la citada efeméride.

La matinal de este año de rejones tenía un nombre: Antonio Domecq. Rejoneador de estirpe -nieto de Álvaro Domecq y Díez y sobrino de Álvaro Domecq Romero-, con un cuarto de siglo a lomos de caballos toreros, ponía ayer en la Maestranza punto y final a su carrera, que en reciente entrevista nos dejaba una frase lapidaria: "Mis caballos me enseñaron a ser mejor".

Con ese tono de caballero en el ruedo y en la calle, recogía Antonio Domecq, ayer, su última gran ovación en el ruedo maestrante, en una vuelta al ruedo acompañado de su hijo que resultó sumamente emotiva. La nostalgia inundó los corazones cuando se dirigió a su tío Álvaro y a su hermano Luis, con el que tantos y tantos momentos vivió y compartió en su carrera profesional.

La corrida de Fermín Bohórquez fue buena materia prima para la corrida de rejones en laque cortaron una oreja, cada uno, los toreros Andy Cartagena, Leonardo Hernández, Rui Fernandes y Francisco Palha, quien debutó en la plaza de Sevilla.

Entre la retirada y el debut, se vivieron varias escenas interesantes de toreo a caballo. Así, Antonio Domecq concretó una labor dentro de sus últimas actuaciones, prevaleciendo lo clásico y recordando también esos ramalazos de raza. Tuvo en suerte un toro noble, con el que se lució en banderillas y cumplimentó un gran par a dos manos, a lomos de Cacao. Falló con el rejón de muerte y perdió premio. Dio la citada vuelta en compañía de su hijo, al que cedió su indumentaria torera, como sombrero y zahones, simbolizando su retirada.

Rui Fernandes, que recibió a portagoyola a su toro, que persiguió con franqueza las cabalgaduras, destacó en banderillas, montando a Vivaldi y Ozono, con el que quebró en una baldosa.

Andy Cartagena cosechó grandes ovaciones a lo largo de una actuación intensa, con una banderilla al violín y piruetas, destacando en la lidia con Maravilla y Pericalvo. Un rejonazo caído dejó el premio en una oreja.

Joao Moura, hijo, con un deslucido astado, dejó constancia, como en otras ocasiones, de una escuela en la que busca la pureza. En esta ocasión, destacó con Perera, con el que atacó de frente. Al quiebro, con las cortas y una rosa fue cuando caló más en el público. Leonardo Hernández -triunfador de la pasada edición en la matinal, en la que desorejó a un murube- concretó una solvente faena.

Espectacular sobre Verdi, dejó momentos muy brillantes montando a Xarope. Labor muy meritoria junto a tablas, con tres banderilllas cortas, prendidas al violín.

Francisco Palha dejó buenos apuntes en su debut en la plaza de Sevilla. El toro, manso, saltó al callejón, con el consiguiente susto. Labor meritoria para un novel; si bien contó con algunas cabalgaduras de Diego Ventura, como Guaraná. Fue muy ovacionado al clavar tres rosas. Después de tres pinchazos y un rejonazo, fue premiado generosamente con un trofeo.

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