Toros

El festejo, con una corrida descastada, resultó un tostón

  • El Cid, herido en un tobillo, pierde el mejor toro, al machacarlo en varas · El Fandi da espectáculo en banderillas · Daniel Luque cumple ante el peor lote

GANADERÍA: Corrida de El Pilar, desigualmente presentada y descastada en su conjunto. El único que apuntó buenas cualidades, lidiado en quinto lugar, fue machacado en varas. TOREROS: Manuel Jesús 'El Cid', de azul y oro. Cuatro pinchazos, casi entera y dos descabellos (silencio). Casi entera (silencio). David Fandila 'El Fandi', de azul y oro. Casi entera (silencio). Pinchazo hondo y estocada (silencio). Daniel Luque, de azul y oro. Casi entera caída (saludos). En el sexto, pinchazo y estocada (silencio). Incidencias: Plaza de toros de Pamplona. Miércoles 13 de julio de 2011. Lleno. El Cid sufrió un corte en el tobillo izquierdo y se cambió el turno en la segunda parte de la corrida.

Los toros de El Pilar que se dejaron hasta el aliento en la velocísima carrera del encierro matinal, siendo la más rápida de los 32 últimos años, por la tarde, en la plaza de Pamplona, parecía que también habían perdido la casta. Porque los astados de la ganadería salmantina apenas tuvieron empuje y, mucho menos, clase. Para el único toro que apuntó buenas cualidades, el que lidió Manuel Jesús El Cid en segundo lugar, lo machacaron en varas.

El Cid se las vio en primer lugar con un astado algo montado, de cuerna abierta, que fue un auténtico mulo en sus embestidas. El sevillano, al que le resultaba imposible el lucimiento, pinchó hasta cuatro veces al descastado animal, que lo cogió a la altura del vientre en un descuido y lo arrolló de manera dramática, salvándose milagrosamente de un grave percance. De la tremenda paliza, salió herido en el tobillo izquierdo, sobre otra cornada en esa zona. El saltereño, tizona en mano, mató de estocada casi entera y un par de descabellos.

Después de que El Cid pasara por la enfermería, donde le curaron, se cambió el turno en la segunda parte de la corrida. El torero sevillano se las vio con un toro serio y ofensivo, que saltó en quinto lugar y al que le dieron muy fuerte en varas, tercio que duró casi tanto como la merienda de los mozos. En estos tiempos en los que apenas hay toros que aguanten un puyazo, cómo vamos a encontrar un toro que aguante dos varas eternas. Después de ese castigo, el animal hacía por embestir, por perseguir la muleta del saltereño, pero ya apenas si se tenía en pie.

David Fandila El Fandi y Daniel Luque, con malos lotes, se mostraron tesoneros. El Fandi dio espectáculo en banderillas ante su lote. Su primero, de arboladura astifina, resultó descastadísmo, hasta el punto de echarse antes de la suerte suprema. El granadino anduvo listo y con alegrías y recursos, le metió en la canasta.

El imponente Resistón -¡635 kilos!-, que hizo historia por la mañana, al lanzarse y convetirse en la locomotora del singular AVE cornúpeta, saltó en cuarto lugar y correspondió a El Fandi por el cambio de turno. El toro empujó en el primer tercio y arreó en el segundo. Pero el animal se desfondó tras cumplir en los dos primeros tercios. El torero granadino lo sacó a las afueras y el trasteo pareció de trámite.

Daniel Luque, que continúa gafado en los sorteos, pechó nuevamente con el peor lote, ante el que cumplió y se entregó con desparpajo. Con su primero, un ejemplar grandón y corniabierto, descastado, se entregó en una labor voluntariosa, sin que pudiera brillar por las carencias del animal. Con el que cerró plaza, que nada más salir buscó la dehesa, con un intento de salto frustrado al callejón, realizó un trasteo largo, en el que intentó sujetar al manso e incluso se lució en un par de tandas con la diestra y en otros muletazos de adorno, como algún bello pase del desprecio. Estuvo a punto de ser cogido en un circular invertido. Afortunadamente, todo quedó en un susto.

El festejo resultó un tostón aborrecible. Muy lejos del tostón (cochinillo asado) y otras viandas, como magras con tomate, que se se pasaba de mano en mano el mocerío y que se metía entre pecho y espalda. Y es que el espectáculo de ayer no faltó en los tendidos. Mientras abajo, sobre la arena, los toros de El Pilar, que volaron por la mañana, se estrellaban en el ruedo de Pamplona por su falta de casta.

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