Toros

'Ningún ganadero va a conseguir que cada tarde le salgan seis toros buenos'

  • La ganadería de Martelilla ha sido premiada en las plazas de El Puerto y de Alicante y su ganadero apuesta por un toro que admita una faena larga, que humille, y que transmita emoción al tendido

Un año positivo y de regularidad para el hierro de Martelilla, premiado en El Puerto y en Alicante. El responsable de la vacada, Gonzalo Domecq, hace balance y espera un 2013 a más con importantes compromisos.

-En estos tiempos críticos lo primero es felicitar al ganadero por vender el ganado.

-En el tema ganadero, para supervivir, hay que hacerlo económicamente, hay que colocar el producto, que no es fácil; y al mejor precio posible que tampoco lo es. En estos tiempos no es tan fácil haber salido de tres corridas y tres novilladas. Una de ellas en plaza de primera como es Zaragoza y tres novilladas en buenos sitios: El Puerto, Alicante y Arganda del Rey, en una prestigiada feria de novilladas.

-Y muy buenos resultados, empezando por El Puerto.

-En El Puerto salió la gente muy contenta porque hubo un buen nivel en conjunto de la corrida. Mantuvo el interés durante todo el tiempo. Es lo que busca hoy el público, que haya emoción en la plaza y que los toros duren. Lo bueno que tuvo el éxito de la corrida es que fue ratificado por la novillada posteriormente, que apuntó las virtudes de la corrida pero sobre todo derrochó mucha clase. Que esta novillada de El Puerto, premiada, haya salido tan buena, la de Alicante también y la de Arganda que no desmereció, es muy positivo para albergar esperanzas de la camada de toros del año que viene, en la que hay treinta toros que esperamos que den buen juego también.

-¿Qué ideal ganadero se persigue en Martelilla?

-Ese tipo de toros que salió en El Puerto, que mantenga la emoción y el interés. Que tenga duración, que humille y que transmita. Eso es lo que estamos buscando hoy porque el público va a la plaza a ver ese tipo de toro. Donde no hay emoción no hay interés y hoy, con lo difícil que es llevar a la gente a la plaza, si no hay emoción es difícil que vuelva el público.

-Tiene que ser difícil moverse entre el toro que requiere el público y el que pide el torero.

-En cuanto a selección de animales, quizá la del toro sea la más difícil. Primero por la gama tan variada de caracteres que seleccionamos. Luego por el estrecho margen de selección que tenemos en cuanto a lo que dices de que el toro tiene que tener mucha transmisión pero que no se pase porque entonces cuesta mucho trabajo estar allí. Incluso el juego depende de factores externos como las condiciones climáticas y, por supuesto, de la lidia que se le de. El mismo toro no es igual lidiándolo un día que otro, bien por las exigencias de la plaza, si se le dan dos puyazos o uno, y luego por las condiciones intrínsecas del toro en cuanto a salud o bienestar que pueda tener ese día.

-Muchas variables que manejar.

-Es un tema muy aleatorio. Hacemos la selección en base a lo que vemos, que es un método consistente y que va a mejor, pero que no quiere decir que lo que se ve sea siempre lo que hay. Un toro en buenas manos puede parecer mejor de lo que es y en manos no expertas a lo mejor no parece tan bueno como es.

-¿Cómo puede entender un aficionado las diferencias de juego de una ganadería de una tarde a otra o de un año a otro?

-La ganadería en realidad es un tema estadístico. Te tienes que basar en una camada o número grande, acotar los resultados a pequeños grupos induce a error. Hay que mirar el conjunto y porcentaje de caracteres positivos que hay. Una cualidad ganadera importante es no venirse abajo cuando un espectáculo no sale bien, ni creerte que tienes todo conseguido cuando sale como tú pensabas.

-Martelilla arranca en 1996 ¿Cómo evoluciona?

-Martelilla ya está definiendo bastante su tipo, un toro mucho más fino del que era en 1996 y adaptándonos a los tiempos: que tenga transmisión, que vaya muy humillado y que tenga duración. No partíamos de cero porque teníamos la base de lo que buscábamos. Lo importante es seguir con la misma línea.

-¿Dónde lleva esa línea?

-En la ganadería es muy difícil, por no decir imposible que lo es, llegar a donde sueñas llegar, pero siguiendo la línea trazada por lo menos te acercas. Lo malo es cambiar de criterio, entonces no llegas ninguna parte. Lo que se trata es de conseguir un porcentaje muy alto, la buena ganadería no lidia nunca seis toros buenos , lidia, cuatro, tres , dos buenos por corrida. Seis buenos permanentemente ni los ha lidiado nadie ni lo conseguirá nadie.

-¿En qué porcentaje está Martelilla?

-Creo que salen tres, cuatro toros toreables por corrida y ese es un porcentaje para estar satisfecho. La perfección no es de este mundo y en absoluto del taurino.

-¿Y el Trapío?

-No ha sido el problema de nuestra ganadería nunca, que se ha caracterizado por ir a muchas plazas de primera. Eso exige un toro grande en cuanto a volumen y con mucho desarrollo de pitones. La vocación de nuestra ganadería es ir a ferias importantes.

-Hay otras variables en el tema ganadero: torero y público.

-El aficionado debe ver que los toros son muy cambiantes durante la lidia y apreciar las posibilidades que tienen. El torero ideal es el que sabe buscar las posibilidades que tiene el toro. No todos tiene las mismas posibilidades ni hay que darles el mismo tratamiento. Si es difícil verlo en el tendido mucho más lo es en la cara del toro: discurrir en la cara del toro, apreciar las posibilidades que tiene el toro y tener la habilidad para sacárselas, son las cualidades de un torero para que le sirva más porcentaje de toros y alcance más triunfos.

-¿Y la temporada próxima?

-Tratar de seguir en la línea de las últimas temporadas: un toro bien presentado, con duración, transmisión y una embestida humillada, y que se mantenga el porcentaje de toros aptos para el triunfo. Es pronto, pero creo que en Alicante y El Puerto repetiremos y la idea es ir a Madrid con corrida y novillada. Madrid, en la última década, se nos ha dado bien.

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