OBITUARIO

Desde el humo de un habano

Hay quien se pasa toda la vida intentando parecer algo y no lo consigue. Otros, sin embargo, lo son a poco que la vida les proponga la oportunidad. Pedro Delgado ha clavado su imagen de fotógrafo al historial de esta Huelva, posando su ojo detrás de un objetivo que miraba impenitentemente al albero de una plaza. Cámara y habano, moviéndose al compás de una faena por el callejón de cualquier plaza de toros donde encontrar la justificación de esa inmensa afición a ese ambiente del que ha hecho gala. Indiscutiblemente, él ha sido el fotógrafo de toda una amplia etapa de la historia taurina de esta Huelva a la que ha documentado de forma admirable.

Todo ello, sin menoscabo de que Pedro prestase sus servicios profesionales de ATS en la prisión de Huelva.

Sin ser, pero siendo. A Pedro le enterraron ayer en Huelva con el cariño de toda esa gente que le admiraba, le quería y seguramente le deba seguir queriendo, aunque ahora deba ser desde el recuerdo, no sólo de buen hombre, sino desde la perspectiva que da toda esa bondad con la que se ha despachado por la vida este infatigable perseguidor de imágenes de toros y de toreros.

Suyas fueron muchas de esas colaboraciones especiales que llegaron hasta las paginas de este periódico en una época donde La Merced estaba volviendo a la vida tras su reinauguración. Suyas han sido también las instantáneas que a manos de muchos de los que empezaban a querer ser toreros, les hayan llegado siempre desde la generosa donación de quien por encima del concepto de apasionado de la fotografía, ha sido un aficionado de postín. Aficionado de los que saben, pero no molestan. Atento, servicial, y un hombre bueno en el mas alto concepto de la palabra.

Fastidia despedir a alguien a quien desde el aprecio debo recordar como el primero que me enseñó a utilizar aquella cámara Ricoh que un día le comprara.

Evidentemente que el recuerdo va a ir más lejos aún cuando en estas Colombinas , tan cercanas ya, en el callejón de la Merced no esté su cámara, su puro y lo que es peor, su afición a esta Fiesta de la que tantos momentos llenos de torería nos ha dejado. En buen recuerdo quede siempre.

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