Toros

Los novilleros sevillanos Márquez y Muñoz logran sendos trofeos

plaza de toros de la real maestranza de sevilla Ganadería: Novillada de La Quinta, de encaste santacolomeño, de desiguales hechuras y en conjunto bien presentada y seria. En comportamiento, cuatro dieron buen juego en distinto grado y los otros dos, tercero y sexto, resultaron complicados. TOREROS: Juan Márquez, de azul y oro. Tres pinchazos y estocada (saludos tras aviso). Casi entera (oreja). Jesús Muñoz, de tabaco y oro. Media recibiendo (vuelta tras petición de oreja con aviso). Media muy tendida (oreja). André Lagravere 'El Galo', de rosa y azabache. Estocada delantera (silencio). Pinchazo y estocada (vuelta tras aviso). INCIDENCIAS: Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Jueves 14 de julio de 2016. Segunda novillada sin picadores nocturna del Ciclo de promoción de nuevos valores de la torería 2016. Media entrada, aproximadamente, en noche muy calurosa. Se guardó un minuto de silencio por Víctor Barrio, corneado mortalmente el pasado sábado en la plaza de toros de Teruel y a quien los tres espadas brindaron sus primeras faenas.

El bullicio que a lo largo de la noche se respiró en la Maestranza contrastó con el respeto del minuto de silencio con el que se rompió el paseíllo. Un minuto de silencio por el diestro segoviano Víctor Barrio, corneado mortalmente como todo el mundo sabe el pasado sábado en la plaza de Teruel y al que individuos sin corazón han atacado de manera despiadada en las redes sociales. Había que ver las caras de los tres novilleros de ayer, mirando al frente, tragando saliva y, probablemente rezando en silencio, mentalizándose para torear, para cumplir con sus sueños, sabiendo ya del altísimo coste que tiene una profesión en la que ayer daban uno de sus primeros pasos nada más y nada menos que en el marco de la preciosa plaza de toros de Sevilla. Los tres brindaron sus primeras faenas, montera en mano, mirando hacia el cielo, a Víctor Barrio, presente en todos los aficionados en ese minuto de silencio que por duración y consideración fue de verdad.

La novillada de La Quinta, de encaste santacolomeño, de dispares hechuras y en conjunto bien presentada y seria tuvo cuatro erales de buen comportamiento en distinto grado y dos complicados, lote que le tocó en mala suerte al mexicano André Lagravere El Galo. Los sevillanos Juan Márquez y Jesús Muñoz consiguieron sendos trofeos de sus buenos lotes. En este ciclo con noveles, toreros todavía sin rodaje, como ya apunté, caben más bien apuntes que una crítica severa, en un ambiente en el que parte del público dedica tiempo a las viandas y algunos espectadores hasta caminan por los tendidos durante la función. Es un ambiente muy distinto al de la Feria de Abril. Los tres diestros afrontaron sus compromisos con buena disposición.

El sevillano Juan Márquez. hijo del banderillero Juan García, realizó una faena desigual al noble primero, que salía suelto. Con el cuarto, que embestía bien, destacó en unas verónicas en las que ganó terreno y que abrochó con una larga de rodillas. Anteriormente, había sumado otras dos largas genuflexas en los tercios. Brindó a su padre una faena en la que los mejores apuntes los consiguió por el extraordinario pitón izquierdo del ejemplar de La Quinta. Mató al primer intento y consiguió un trofeo.

Jesús Muñoz, de La Puebla del Río, realizó una labor entonada en su conjunto, por ambos pitones, al buen segundo al que mató de media recibiendo. Al quinto, un torete en presentación, lo recibió con una larga de rodillas frente a toriles. En los medios, asentado, hilvanó buenos muletazos con la diestra a un ejemplar que embestía de dulce por ese pitón. Mató al primer envite, de media tendida y cortó una oreja.

André Lagravere El Galo, de Mérida (México) anduvo con oficio ante su complicado lote. Como anuncié en la previa, debutó con picadores en 2014 en Durango, cortando una oreja; por ello extraña su inclusión en este ciclo sin caballos. Con gran actitud -dio hasta tres largas cambiadas de rodillas- y variedad capotera, anduvo listo en su trasteo ante el tercero, que se quedaba corto. El sexto, complicado, le llegó a propinar una seria paliza; brillando en una serie diestra.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios