Toros

El presidente arrebata la oreja a Miguel Pacheco, que da la vuelta al ruedo

  • El público la toma con el palco por no conceder el apéndice al novillero linense, valiente y acertado en su reaparición

Miguel Ángel Pacheco

Miguel Ángel Pacheco / E.S.

El novillero linense Miguel Ángel Pacheco dio ayer la vuelta al ruedo y lo que es más importante, salió reforzado en su regreso a los cosos después de la sobrecogedora cogida que sufrió el pasado 24 de abril en Las Ventas y que le obligó a pasar por el quirófano en la propia plaza y a mantenerse inactivo durante más de un mes. El alumno de Juan Carlos Landrove mereció un apéndice que el palco le negó en un gesto de obstinación injustificada, lo que propició que el público abuchease a la presidencia. El mano a mano con Mario Palacios tuvo que ser interrumpido en su ecuador debido a la incesante lluvia, que ya había dejado intransitable el albero.

La primera cita de la Feria del Toro de Pentecostés de Vic-Fezensac (Francia), en la que regresaban a los ruedos los novilleros Miguel Ángel Pacheco (La Línea) y Mario Palacios (Cáceres), se corrió con un tercio de entrada en los tendidos (en una plaza de primera), y durante una matinal con mucha lluvia. Se lidiaron dos novillos de Raso de Portillo, que pastan en Valladolid, bien presentados con casta y raza. Se suspendió el festejo tras la muerte del segundo y a falta de otros dos, a causa de un ruedo impracticable.

Salió el primer ejemplar, ovacionado de inicio por el respetable. Tomó tres varas empujando la cabalgadura y viniéndose en los dos últimos encuentros desde los medios. En la faena, Palacios tuvo cierta dificultad con su exigente utrero que no humillaba, echando cabezazos. Lo toreó a media altura doblándose con él y provocándole le consiguió unas series. No estuvo certero con los aceros ya que pinchó dos veces, una casi entera atravesada y suelta con siete descabellos. Oyó silencio después de dos avisos.

El segundo de la mañana le correspondió a Miguel Ángel Pacheco (de blanco y oro), que demostró que está en estado de gracia. Era un novillo muy encastado que fue al relance del caballo cuando salió al ruedo. Fue al caballo en cuatro ocasiones hasta derribar al picador en el primer encuentro. En los dos últimos puyazos se defendió en el peto. Inició la labor muleteril en un terreno en muy mal estado, y se la jugó. Consiguió ligar con la diestra, aunque el novillo se estaba quedando corto, y lo probó con la zurda, robándole muletazos. Se despidió de su oponente con una estocada entera desprendida. Fue premiado de una vuelta al ruedo tras una fuerte petición y vivió una bronca al palco presidencial por no conceder el trofeo.

Aunque no es descartable que sea llamado para otras plazas previamente, Miguel Ángel Pacheco volverá a torear el día dos de julio en la localidad francesa de Bouja-Sur-Libron, con novillos de la ganadería de Dolores Aguirre.

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