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'Mundaun', un indie que nos devuelve a territorios casi olvidados en el sector del videojuego

Tráiler de 'Mundaun'.

El sector independiente se considera la vertiente revolucionaria dentro de la gran industria del videojuego; aporta ideas novedosas y atrevidas, apuestas que jamás podríamos plantearnos entre el segmento de títulos que se auto denominan Triple A.

En una gama de presupuesto mucho menor, se puede apostar por ideas personales. Bajo esos criterios se mueven los nuevos editores de videojuegos, como MWM Interactive, que ha encontrado en este sector un nuevo modelo de negocio que pretende llevar a todo el mundo. El objetivo es precisamente éste: identificar los videojuegos indie con más personalidad y distribuirlos a nivel internacional para todas las plataformas. Mundaun es el primero de estos juegos, y se estrena con una indudable declaración de intenciones.

Es un juego monocromo, en blanco y negro, dibujado en carboncillo y llevado a la pantalla por una sola persona, Michel Ziegle, de Lucerne, Suiza. Mundaun emerge de sus recuerdos de los Alpes suizos y de su infancia, su folclore e historias. Ha recogido toda esa cultura popular y ha creado una historia que el jugador recorre en primera persona como Curdin, un personaje del cual tal sólo conocemos que viaja hasta un pueblo de los Alpes para conocer algo más sobre la reciente muerte de su abuelo. Cuando llega comienzan a suceder fenómenos paranormales y todo se dispara rápidamente.

El título proporciona una aventura gráfica, digamos, tradicional, con su inventario, diario, posibilidad de guardar partidas sólo en ciertos lugares y fases de acción y sigilo. Es una suerte de Alone in the Dark o Resident Evil pero más cinematográfico. El autor busca contar una historia y utiliza todos los recursos a su alcance, desde los propios de los videojuegos, hasta los del cine: personajes que van desvelando la historia poco a poco, secundarios que nos ayudarán y guiarán, flash-backs, ensoñaciones, posesiones demoníacas… Todo ello unido para crear una sensación de incomodidad, miedo y limitación en nuestra capacidad de jugar.

Mundaun utiliza recursos de todo tipo dentro de lo que se puede esperar de un juego desarrollado por una sola persona, y lo consigue, al menos en cuanto a la historia y modo de contarla, pero no acaba de convencer en cuanto a mecánicas, quizá poco innovadoras. En todo caso no es lo más importante, su apuesta por "contar una historia" es su mejor baza y si lo jugamos con esta intención (tiene una duración de unas seis a ocho horas), sacaremos lo mejor que puede ofrecer, incluso cinco diferentes finales. Un título original, atrevido, divertido en muchos momentos, y en esencia, una buena historia que disfrutaremos plenamente si jugamos con una mentalidad, digamos… Más abierta.

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