Comando actualidad ha tornado en Equipo de investigación. Sus nuevas entregas giran en torno a temas monográficos de interés general. El poder de las farmacéuticas giró en torno a la labor de los visitadores médicos, a los millones de euros que destinan las empresas a promocionar sus marcas. Vimos a médicos confesando cómo les habían pagado viajes a congresos y habían recibido especias de todo tipo.

Formalmente Comando actualidad también ha variado. La textura de la imagen se ha tornado mate, a la manera de Salvados. Y aunque en pantalla no aparezca Jordi Évole la verdad es que Juan Carlos Cuevas no tiene nada que envidiarle. Y es que el mundo del marketing y la promoción no sólo juega un papel relevante en las farmacéuticas. También condiciona el mundo de la comunicación. Y de qué modo.

La cuestión es que este Comando de investigación de indudable servicio público y alto nivel periodístico se emitió a la 1.20 de la madrugada del jueves al viernes. Un sinsentido sin paliativos. Mientras el prime time de La 1 se llena de cine estadounidense, de títulos comerciales que en ningún caso debería acoger una televisión pública. Y lo mismo podríamos decir de Masterchef y Maestros de la costura. Buenos (y caros) programas de entretenimiento que deberían producir las televisiones privadas.

Durante el mes de enero que ha finalizado en La 1 no menos de quince noches han completado su prime time con cine de las majors. No dudemos que caso de que sus nuevas ficciones pinchen, serán desplazadas a la madrugada y todavía veremos más cine.

¿Dónde están todos esos formatos de debate, entrevistas y entretenimiento que debería fomentar la televisión pública? Parece como si a Rosa María Mateo, como a sus predecesores, sólo le interesasen los informativos. Mientras la parrilla nocturna es un erial. Pero, ¡es que ni siquiera hay una parrilla definida!

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