La Escuela Bola de Oro de Granada abrió ayer sus puertas para mostrar sus instalaciones y acoger a los educadores de Colectivo Nómadas, que ofrecieron un taller de arte y juego libre para niños y adultos. Se trata de unas jornadas que se celebran en 21 ciudades de todo el país, o cercanías de estas, donde Triodos Bank tiene oficinas. En Granada, se invitaron a las familias de la ciudad a crear y divertirse a través del juego, que acabaron degustando diferentes productos ecológicos.

Los objetivos principales de esta fiesta eran dar a conocer en primera persona algunas de las iniciativas y empresas financiadas por el banco en los ámbitos social, cultural y medioambiental gracias a los ahorros de sus clientes, algo que se consiguió sin lugar a dudas.

El evento estuvo dirigido a los más de 5.000 clientes que Triodos Bank tiene en Granada, así como a otras personas y entidades interesadas en conocer la actividad de la banca ética. En aproximadamente dos horas -desde las 12:00 hasta las 14:00 horas- las familias pudieron disfrutar de un sinfín de actividades, en esta jornada que se inició con la presentación del proyecto de Triodos Bank.

A partir de las 12:30 comenzaron los juegos y talleres destinados tanto a niños y mayores y en torno a las 13:30 hasta el término del evento los participantes degustaron una selección de productos ecológicos.

Triodos Bank es un banco europeo independiente que se fundó en 1980 y es referente en banca ética y sostenible. Uno de sus objetivos principales es promover una transformación social a través del sistema financiero, invirtiendo el dinero de sus ahorradores en iniciativas y empresas de los sectores social, cultural y medioambiental.

Además, publica con total transparencia las inversiones que realiza. En Andalucía, Triodos Bank suma más de 20.000 clientes y cuenta con oficinas en Sevilla, Granada y Málaga. En Triodos Bank se definen como agentes sociales clave para transformar la sociedad, y por eso apoyan que el dinero también pueda servir para lograr un cambio social positivo.

Sin duda alguna, la jornada de ayer fue una oportunidad de (re)vivir la infancia en familia y crecer en valores así como de conocer de primera mano cómo entidades bancarias como ésta promueven una labor ética y social que vaya más allá del simple poder económico que, normalmente, caracteriza a los bancos.