Vivir

Cuando una sonrisa es suficiente para continuar

  • 'Sonriendo se puede ganar' celebra este domingo la Zambomba, una fiesta para recaudar fondos para la planta de oncología infantil

Sonreír es un buen antídoto. Además de que es gratis libera endorfinas, serotonina y otros analgésicos naturales que produce nuestro cuerpo. Y por qué no, una medicina que deberíamos tomar a diario. Precisamente de eso saben mucho Basilio Santiago y su familia, la misma que hace cinco años puso en pie la asociación Sonriendo se puede ganar. Una organización desde la que tienden sus manos a quienes viven de cerca el cáncer infantil.

"La asociación nació con la vocación de asesorar y apoyar a los padres de los pequeños que padecen algún proceso tumoral. Aunque a medida que hemos ido avanzando en esta pequeña historia, también hemos ampliado miras y hemos querido aportar nuestro granito de arena, para que los niños y niñas tengan una estancia más agradable en el Hospital", explica Basilio, padre de Candela, una joven que superó dos veces el cáncer -actualmente estudia Psicología -.

La sonrisa permanente de Candela ante la vida, a pesar de su corta edad cuando le diagnosticaron un rabdomiosarcoma, y más adelante metástasis múltiple, fue y es el aliciente de esta asociación que, "con la misma actitud positivista de Candela", pone una sonrisa en cada acto. Con una gran sensibilidad Sonriendo se puede ganar ha conseguido humanizar las habitaciones de la séptima planta del Maternal. "Hemos comprado estanterías, pizarras magnéticas, tabletas; mesas, libros y juegos para el Aula hospitalaria; correpasillos y parques para los más pequeñitos"..., enumera Basilio, que asegura con una sonrisa en la cara que "cumplimos pequeños sueños", mientras relata como hicieron feliz a una "chiquilla con un traje de gitana".

Sonriendo se puede ganar cuenta con programas como Te Ayudamos o La Cartilla de los Súper Campeones, que persiguen motivar y ayudar tanto los menores como a sus familias inmersos en un proceso difícil.

La Navidad es la fecha elegida por la asociación para obtener fondos para material lúdico para los menores de la planta de oncología. Así celebran anualmente la Zambomba -en el pabellón cubierto del Colegio del Rosario del Realejo (entrada por calle Solares)-, donde Sonriendo se puede ganar ofrece comida y bebida a precios "súper reducidos, todo ambientado con música típica de estas fechas, en directo", explica Basilio Santiago.

Un encuentro a modo de convivencia entre socios, amigos, familiares, pacientes, equipo médico y sanitario y todos aquellos que quieran colaborar de algún modo el domingo, 17 de diciembre a partir de las 13:00 horas. Toda sonrisa siempre es bienvenida.

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