La localidad alpujarreña de Bérchules superó todas las expectativas y reunió en la madrugada del sábado al domingo a más de 12.000 personas para celebrar su particular Nochevieja de verano, la cita con la que desde 1995 dan la bienvenida al Año Nuevo después del apagón que sufrieron sus 700 habitantes en 1994.

El presidente de la Asociación Berchulera de Nochevieja en Agosto (Abnea), Antonio Castillo, declaró que la cita se desarrolló sin incidentes y superando las previsiones de la organización, la cual agotó las 12.000 bolsas de cotillón que habían previsto repartir, así como los 3.000 kilos de uvas que se prepararon para la ocasión de esta particular fiesta, que se ha convertido en una de las citas imprescindibles del verano granadino.

De hecho, Castillo comentó tras la fiesta que fueron "muchos" los que tuvieron que buscar las uvas de la suerte entre los vecinos berchuleros para poder tomárselas en la medianoche y dar así la bienvenida al nuevo año en un ambiente en el que, aun siendo pleno verano, no se echaron en falta los villancicos o la cabalgata de Reyes Magos.

Para hacerlo más auténtico todavía, la organización repartió 3.000 kilos de polvorones, que dona cada año la empresa La Estepeña, y que fueron repartidos por una burra. Algunos asistentes se los guardaron para tomarse este bocado tan atemporal en la noche veraniega de la Alpujarra granadina.

Antes de todo el festín, también se celebró una zambombada y el pregón oficial, que este año corrió a cargo de la reportera de Canal Sur Televisión, Gemma Camacho

En esta edición, en la Nochevieja berchulera han participado orquestas en directo para amenizar la tarde previa a las campanadas y se han cantado villancicos flamencos en el centro del pueblo. Además, hubo dos ambientes festivos en la localidad. Al tradicional de los cánticos navideños, los más jóvenes amenizaron la espera un dj profesional que hizo que no dejaran de sonar los clásicos de este verano.

El presidente de la asociación que organiza esta singular fiesta ha anticipado que ya comienzan a planear la fiesta de 2019, que "mantendrá la esencia" con algunas mejoras organizativas.

La organización contó con un operativo especial de voluntarios de Protección Civil y Guardia Civil para ordenar los accesos al municipio y el aparcamiento en una fiesta en la que además se desplegó un dispositivo sanitario y seguridad privada.

La Nochevieja veraniega de Bérchules, situada en la Alpujarra granadina, se forjó tras el apagón que sufrieron sus vecinos el 31 de diciembre de 1994 y que les dejó sin suministro hasta el día siguiente, lo que impidió que se celebrara la fiesta programada para poner punto final a aquel año.