La Lupa

Historias de la ciudad en madera de nogal

  • Melchor López Casas expone en el Centro Artístico más de treinta tallas y maquetas de los principales monumentos granadinos

Melchor López Casas, junto a algunas de sus creaciones

Melchor López Casas, junto a algunas de sus creaciones / A. C.

Al lado del túmulo número veinte de la necrópolis de Galera había un nogal viejo que daba una magnífica madera. Materia prima que empezó a utilizar un profesor para crear cosas. Primero hizo jamugas, espejos y bargueños y luego maquetas. La primera fue la portada de la iglesia de Santa Fe. Y ahí comenzó todo.

El profesor, ya jubilado, se llama Melchor López Casas y lleva casi cuarenta años tallando maquetas de nuestro rico patrimonio arquitectónico. Así, además de la colegiata de Santa Fe, tiene al Palacio de Carlos V, la fachada de la Real Chancillería, el Corral del Carbón, la Iglesia de Santo Domingo, la torre de la catedral de Granada... En total más de treinta piezas que se exponen estos días –hasta el día 19– en el Centro Artístico de Granada.

Me llama un viejo amigo, Juan Fermín Vilchez, para decirme que conoce a un paisano (de Pedro Martínez) que ha hecho obras de arte con madera de nogal. Ese paisano no es un artista que se precie de serlo ni tiene un nombre reconocido en ese mundo, pero Fermín cree que lo que ha hecho tiene mucho valor artístico.

Siempre recelo de ese tipo de recomendaciones, pero le prometo a mi amigo que iré a ver esas supuestas obras de arte. "Se exponen en el Centro Artístico y la exposición se inaugura esta tarde", me informa. Y allí voy la tarde en la que se abre al público. Melchor López es un tipo corriente, amable al que es fácil sacarle una sonrisa.

Entre las piezas expuestas están el Palacio de Carlos V, una torre de la Catedral, el Corral del Carbón, la Real Chancillería, un desnudo de Marilyn Monroe o un edificio de la ciudad suiza donde vive su hija

No se las da de 'artistica' y no está seguro de que si lo que ha hecho tiene valor para que lo vea el público. Rebosa humildad. Durante casi cuarenta años ha trabajado con la madera para divertirse, no para pensar en montar una exposición. "Un filósofo, del que no me acuerdo de su nombre, dijo que el verdadero artista se emocionaba más mientras realiza su obra que una vez terminada. Y yo lo único qué es que me he divertido mucho". Melchor da un rebufo de incalculable cuando le pregunto cuantas horas ha echado en hacer esas piezas: "¡Uf! Casi todas las tardes de mi vida las he destinado a trabajar estas piezas", me dice con la satisfacción del que sabe que el suyo no ha sido un tiempo perdido.

Melchor López ha sido maestro en Huéscar y en La Zubia, donde tiene su casa y su taller en donde trabaja la madera. Recorro con él la exposición y me va contando que la portada de la Real Chancillería tiene nada menos que ochocientas piezas y es en la que más tiempo ha estado. Ante una diosa de Galera me dice que de ella amamantó a todos los antepasados de ese pueblo y que por eso ha creído conveniente hacerle el pequeño homenaje con su talla.

Me cuenta que él no ha tenido ni escuelas ni maestros y que le gusta manipular la madera desde chico. "Me acuerdo de que cuando era pequeño cogía una navaja y me encantaba hacerle muecas a la madera", dice. Fue sólo un año a la Escuela de Artes y Oficios, donde sólo aprendió lo básico y a mezclar el betún de Judea y la cera para barnizar sus obras.

"Tenía 26 años cuando hice un busto de arcilla de mi hija Aurora. Ya apuntaba maneras y me di cuenta de que esa podría ser la afición por la que valiera la pena vivir". La única talla en cedro que hay en la exposición es del famoso desnudo de Marilyn Monroe en una revista de la época. También hay una composición geométrica de hexaedros y esferas que vio en un edificio de Zug, en Suiza, donde vive su hija, y alguna que otra pieza en arcilla. Cada pieza tiene su historia. En fin, salí satisfecho de la visita. Una exposición a la que se puede ir. Hay arte.

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