Salud Granada

En este huerto de Granada se cultiva salud mental

  • Usuarios y profesionales de la Comunidad Terapéutica convierte los jardincillos del antiguo Clínico en un vergel donde cultivan tomates, pimientos o berenjenas y constatan los beneficios que esta actividad tiene sobre los pacientes

Zona en el antiguo Clínico donde se ha instalado el huerto.

Zona en el antiguo Clínico donde se ha instalado el huerto. / M. G.

“Las berenjenas están lindas, lindas, lindas...”. El huerto da sus frutos y no pocas satisfacciones a un grupillo de hortelanos aficionado y que ha encontrado en esta actividad, cultivar, un abanico de beneficios. La huerta está en lo que eran los jardines del antiguo Clínico. Sus responsables son los 17 pacientes de la Comunidad Terapéutica de Salud Mental y los trabajadores que les atienden. La supervisora de Enfermería de la Comunidad Terapéutica, Lola Plaza, valora de forma muy positiva tanto el traslado de los pacientes desde Alfacar –donde, recuerda, “nos han tratado estupendamente”– hasta el Centro Doctor Olóriz, donde, además de contar con más espacio (1.450 metros cuadrados), han podido hacer realidad un proyecto que ha colmado sus expectativas. Un huerto.

Calabacines, cherrys, pimientos y berenjenas. Calabacines, cherrys, pimientos y berenjenas.

Calabacines, cherrys, pimientos y berenjenas.

“Los nuevos espacios nos permiten actividades que queríamos hacer”, explica Plaza. El perfil de los pacientes, añade, demanda actividades diferentes a las que se han desarrollado hasta ahora. “Queríamos algún tipo de taller y también transmitir hábitos de vida saludable”, resume la responsable de Enfermería. Del erial que encontraron en el mes de marzo, cuando llegaron, han sacado un vergel del que han comenzado a recolectar sus frutos y aprovecharlos en la cocina. Uno de los primeros platos ha sido un pisto. “Lo prepararon en el taller de cocina y las dos pacientes estaban con una sonrisa... con sus berenjenas, sus calabacines...”.

“No tenemos ningún experto, aquí todos aportamos”, añade Plaza sobre la huerta, que se ha convertido en un espacio de “encuentro”. En este jardín han podido constatar los beneficios del trabajo en el campo. “La geosmina, eso que olemos cuando llueve, mejora el bienestar emocional. También nos devuelve algo ancestral, el cuidado de la tierra”. añade. Además, el trabajo permite centrar el pensamiento y controlar los impulsos. “Hay estudios sobre este tema. Tú cuidas una planta y la planta te devuelve unos frutos. Eso es muy importante en personas que han podido tener fracasos en sus relaciones interpersonales”. Incluso quitar las malas hierbas es beneficioso.

Tomateras. Tomateras.

Tomateras.

El proyecto comenzó en abril, poco después del traslado de la comunidad terapéutica, y ha contado con el apoyo “magnífico” del San Cecilio. Se benefician 17 pacientes con trastornos mentales graves, con un perfil de “gente más joven”, que ingresa para estancias medias y prolongadas y que ha llevado a los trabajadores también a “reinventarse” para ajustarse a las necesidades de las personas que son atendidas.

La Comunidad Terapéutica cuenta con 21 plazas y con más de una treintena de profesionales entre psiquiatras, psicólogos, enfermeras, auxiliares de enfermería, terapeutas y monitores ocupacionales, trabajadora social y celadores, además de personal administrativo, de seguridad, limpieza y pinches.

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