Diego Pablo Ruiz Padillo, profesor titular del Departamento de Física Aplicada de la Universidad de Granada, ofreció dos reflexiones y expresó una ilusión. Dos reflexiones sobre el papel del profesor en las aulas universitarias que venían como anillo al dedo ante el público que recogió sus palabras, ayer, en la Sala Máxima del Espacio V Centenario, la antigua Facultad de Medicina. Ruiz Padillo reivindicó que el papel del profesor es "esencial" para ayudar a sus pupilos a "bucear" en el mar de datos e información que ofrece internet. El profesor "ha dejado de ser una enciclopedia" para ser un "guía". Y en ese papel de acompañante del proceso de aprender, Ruiz Padillo hiló otra reivindicación. "Somos inteligencia humana". La función del docente necesita de la "ilusión" de enseñar y la capacidad de "empatizar con los alumnos". La segunda reflexión fue también, a buen seguro, compartida por los colegas que ayer acompañaron a los galardonados con los Premios de Excelencia Docente de la Universidad de Granada. "Estamos en la Universidad de Granada, no en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas". Así, la UGR debe compaginar la investigación con la docencia, las "dos patas" de la actividad universitaria y que, reivindicó el docente, deben asumir el mismo peso. Ruiz Padillo terminó con la "ilusión" de que "mi Universidad de Granada" sea conocida "en toda España por la calidad docente" y recordó que los estudiantes -la base de la pirámide- "vienen aquí para aprender".

El del profesor Ruiz Padillo fue uno de los discursos que ayer se pronunciaron en el acto de entrega de distinciones que presidió la rectora Pilar Aranda, y que contó con la participación de las vicerrectoras de Docencia, María López-Jurado, y Personal Docente e Investigador, Pilar Carrasco; además de la vicesecretaria general, Inmaculada Ramos; y la directora de la Unidad de Calidad, Innovación y Prospectiva, Teresa Pozo. Precisamente fue Pozo la encargada de abrir el acto con un discurso en el que destacó que los docentes también han tenido que "redefinir" su perfil al mismo tiempo que los propios estudios universitarios han evolucionado. Destacó que la docencia es una "tarea compleja" y que la UGR mantiene un "compromiso" con la mejora docente. A su vez, López-Jurado apostó por "ir subiendo nuestro nivel de exigencia" y en "avanzar en estos reconocimientos".

Por su parte, Pilar Aranda señaló que "somos muy buenos en investigación y en docencia, y queremos que se sepa". "Siempre un reconocimiento es un impulso para las personas, y un ejemplo" para los docentes, indicó la rectora. "Lo que queremos es que los buenos docentes tengan el reconocimiento y que su ejemplo y trabajo sirvan para el resto de la comunidad", apostilló Aranda sobre iniciativas como los premios de ayer o el programa divulgativo Docencia en Red.