SIMOF 2018

Creatividad en busca de su hueco

  • El desfile de los diseñadores noveles inaugura la segunda jornada de Simof

Simof inauguraba la jornada con las propuestas de los diseñadores noveles. El concurso, que se ha fallado tras los desfiles, ha contado con las propuestas de ocho diseñadores procedentes de diferentes puntos de Andalucía. El ganador, Francisco Gil Ortiz se ha alzado con el premio que incluye poder desfilar el año que viene, además de 1.000 euros en tejidos flamencos. 

Era uno de los favoritos y es que Gil Ortiz es ya sinónimo de riesgo y diseño al margen de los cánones habituales. A eso se une la posibilidad de hacer mezclas que no quedan estridentes: tul con pailettes y tejidos tornasolados. Diseños en crep satén que ganan cuerpo y mangas de volantes cortos en combinaciones de tul

Sara Sanabria ha propuesto diseños con especial protagonismo en los volantes. Volúmenes muy conseguidos en telas clásicas como el popelin. Manuel Fernández, por su parte, ha arriesgado con una flamenca que recordaba los salones de las cortes europeas. Satenes, tules y crepé en formas que se ajustan al cuerpo femenino con fruncidos laterales. 

Lourdes Escot bebe de las raíces sevillanas presentando a una mujer sencilla, canastera que vende flores por las plazas de la ciudad. El traje más puro, con cortes a la cintura más altos, volantes clásicos, vestidos muy romeros en tonos verdes, ocres y burdeos. 

Marina Amad apuesta por tejidos de distinto cuerpo como el terciopelo y el cancán. Enaguas repletas de carruchas con cuerpos muy ajustados de naturaleza más elástica. Para terminar, apliques de flecos, georgette y encajes creando figuras de transparencias en las mangas y la cintura. 

La mezcla del buen hacer con la originalidad, en piezas con escotes arriesgados confeccionados con mangas abullonadas independientes al cuerpo, y fruncidas a la muñeca. Colores pasteles, transparencias en el desfile del diseñador José Javier León. El joven ha obtenido el reconocimiento a mención especial por ello y acudirá como premio a los Salones de la Moda de París.

El binomio blanco y negro ha tenido al mejor representante en Bastien Buher. Las rayas se entremezclaron en sus trajes con formas geométricas en el busto y las mangas de la flamenca. Los trajes se tornaron más livianos en Andrea María Pascual. Una vuelta de tuerca a lo habitual con diseños compuestos por estampados y formas muy setenteras, de pantalones acampanados y tiro alto con finales en doble volante.

 En el concurso se ha valorado la importancia del concepto de colección como mensaje compacto, la calidad del patronaje y los tejidos y el posible valor comercial de las creaciones. 

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