El mismo día que el Gobierno mostró su apoyo decidido y su interés por activar la línea eléctrica de 400 Kv Caparacena-Baza-La Ribina, un centenar de personas se concentraron ante la sede de la Junta en Granada con motivo de la entrega de 15.502 firmas contra este proyecto debido a la instalación en el norte de la provincia (Baza y La Ribina) y en Atarfe (Caparacena) de torres de altas tensión que consideran tienen un gran impacto en el paisaje de dichos lugares.

La campaña se ha dedicado a recoger miles de firmas que también se han presentado ante el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, la Diputación Provincial, el Defensor del Pueblo y a los 20 ayuntamientos afectados por la línea 400.

Los manifestantes y firmantes contra la línea 400 mantienen que "los poderes públicos no pueden mirar a otro lado" y por ello exigen a los organismos pertinentes que paralicen las obras de la línea 400, que entienden que ha empezado de "manera ilegal", en tanto que "la actual declaración de impacto ambiental ya no está vigente desde el 11 de diciembre de 2019".

En este sentido, solicitan a las instituciones una nueva evaluación de impacto ambiental dado que "el proceso desordenado de expansión de energías renovables está actualmente causando la destrucción del paisaje de la provincia de Granada". Además, señalan que ante esta situación, "los poderes públicos tienen que actuar ahora para evitar un daño irreversible".

De la misma manera, en sus reivindicaciones s e refieren también a la situación del Geoparque de Granada, que abarca las comarcas de Guadix, Baza y Huéscar, y a cómo le afectará esta línea de alta tensión 400 kV de doble circuito.