De momento no hay nada. Según las fuentes del club consultadas, nadie se ha interesado por Luis Fabiano... todavía. Y, cuando menos, llama la atención que precisamente en el verano en que más está brillando el delantero sevillista su nombre no haya sido pasto de los habituales rumores del mercadeo estival. Lo curioso es que el nombre de Luis Fabiano vinculado al interés de grandes clubes ha sido prácticamente una constante en años anteriores durante el periodo de fichajes. Y, precisamente por ello, el Sevilla recela de que justo cuando más brilla su jugador, haya menos ruido en torno a su futuro.

La eclosión del ya propietario del dorsal 9 de Brasil en un escaparate como la Copa Confederaciones es un peligro sordo que el Sevilla tiene en cuenta. Su cláusula, según el contrato que firmó en julio del verano pasado, asciende a 30 millones de euros, un precio alto para un jugador de clase media alta, pero no tanto para el delantero centro de Brasil. Mucho menos caro si se encarga de finiquitar a la campeona del mundo con dos golazos y con un partido pleno de prestancia ofensiva, y no sólo en los dos tantos que le hizo a Italia.

La calidad técnica de Luis Fabiano está fuera de toda duda y además el futbolista está en un momento de forma extraordinario. Tras superar la última lesión que le privó de continuidad en el Sevilla concluyó la campaña en plenitud, como está demostrando ahora. Y Dunga le ha dado toda la confianza del mundo para hacerse en propiedad con el puesto de delantero centro en la canarinha.

Curiosamente, Luis Fabiano inició su eclosión con Brasil poco después de que Manolo Jiménez se hiciera cargo del Sevilla. Una de las primeras misiones del técnico de Arahal fue recuperar la confianza del goleador, un futbolista peculiar que necesita de mimos constantes. Y el resultado de esas continuas charlas en los entrenamientos dio sus frutos. Luis Fabiano regresó el 18 de noviembre de 2007 a la verdeamarelha después de casi tres años de ostracismo y lo hizo a lo grande. Su regreso se produjo en un empate a cero en Lima y su eclosión comenzó el 21 de noviembre en Morumbí, el estadio que lo aupó en la época del Sao Paulo. Obró la remontada ante Uruguay con dos goles y comenzó a sacarle las castañas del fuego a Dunga.

Desde su regreso, Luis Fabiano ha jugado 17 partidos con Brasil y ha marcado 14 goles, incluidos los dos a Italia. Y ahora mira con ilusión hacia el Mundial del año próximo, confiando en que seguirá siendo el propietario del 9. Esta circunstancia podría convencerlo de que lo idóneo es permanecer en el Sevilla, ya que cambiar ahora podría interrumpir su impresionante trayectoria con Brasil.

Desde Italia se deja caer que la Roma estaría interesada en hacerse con Luis Fabiano si logra colocar a Julio Baptista en el Atlético de Madrid. Pero el verdadero temor del Sevilla viene por los posicionamientos que puedan tener los grandes clubes en el mercado a raíz del movimiento telúrico que ha producido Florentino Pérez con los 160 millones invertidos en Kaká y Cristiano Ronaldo. Además, el jugador, cada vez que puede, se deja seducir por la idea de ir a un grande, como afirmó justo antes de comenzar la Copa Confederaciones.