El número de detenidos por el tiroteo que costó la vida a la niña de siete años en las Tres Mil Viviendas se ha elevado a diez personas. La Policía Nacional detuvo anoche en una urbanización de Calahonda, Mijas, a nueve implicados en el crimen. El Grupo de Homicidios de este cuerpo practicó primero las detenciones de ocho personas al filo de la pasada medianoche, después de un intenso trabajo de investigación durante las últimas 48 horas. Poco después arrestaban a una persona más también en la zona de Calahonda y a otra en Hinojos, en la provincia de Huelva. Los agentes tenían identificados a los autores de los disparos desde la misma madrugada del martes al miércoles, si bien hasta ayer no fue localizado el lugar en el que se ocultaban desde el tiroteo.

Los presuntos agresores pertenecerían al clan de la Perla y habrían huido del Polígono Sur tras la muerte de la pequeña Encarnación S. S., que falleció víctima de un error de sus asesinos. Éstos iban a buscar a un delincuente que había participado en el secuestro de un familiar suyo y dispararon por error contra la vivienda en la que residía la niña, que se encontraba cenando con sus padres y sus dos hermanos. Tampoco se ha descartado que este delincuente mantuviera desde hace tiempo una deuda con los agresores relacionada con el tráfico de drogas.

Desde el principio los agentes buscaban a al menos seis personas que podrían estar implicadas en los hechos. Durante la madrugada, los arrestados fueron trasladados a las dependencias de la Jefatura Superior de Policía, en la avenida de Blas Infante, donde han pasado la noche en los calabozos. Presumiblemente se les tomará declaración a lo largo de la jornada de hoy para ser puestos a disposición judicial durante el fin de semana. Además, la Policía ha incautado diversas armas, ocho kilos de oro a los detenidos y dinero en efectivo. Las armas deberán ser ahora analizadas para determinar si fueron las utilizadas en el tiroteo.

Las detenciones tuvieron lugar al final de una nueva jornada de tensión en las Tres Mil Viviendas.  La huida de los implicados en el tiroteo dio paso a los saqueos y a los asaltos en el barrio. Decenas de personas irrumpieron durante la madrugada de ayer en los pisos de los integrantes del clan de la Perla. En algunos casos el pillaje fue tal que los asaltantes se llevaron hasta los muebles y dejaron las viviendas completamente limpias. En otros, los saqueadores se encontraron con la Policía, que mantuvo durante toda la madrugada un espectacular despliegue en todo el Polígono Sur para evitar posibles represalias y venganzas entre las familias.

La Policía Nacional detuvo a cuatro mujeres, dos de ellas menores de edad, cuando salían cargadas con enseres de una de las casas del clan de la Perla, a la una de la madrugada. Las dos menores quedaron en libertad y el caso fue puesto a disposición de la Fiscalía de Menores, mientras que las dos mayores de edad  permanecen en los calabozos de la Jefatura Superior de Policía.

Muchos de los saqueadores actuaban en nombre de la familia de la víctima y justificando su pillaje como venganza por la muerte de la pequeña Encarnación. Sin embargo, la mayoría de ellos no tenían relación alguna con la menor asesinada y simplemente aprovechaban la ocasión para robar las pertenencias de los presuntos implicados en el tiroteo.

Tanto la Policía Nacional como la Policía Local mantienen una fuerte presencia en las Tres Mil Viviendas desde la noche del tiroteo. Durante todo el día se sucedieron los controles en las principales avenidas del barrio, donde los policías, arma en mano, identificaban a los viandantes e inspeccionan los vehículos que circulaban por la zona. Por la noche se mantuvieron los controles y se intensificó la vigilancia a medida que las salas del 091 de la Policía Nacional y del servicio de emergencias 112 recibían llamadas de vecinos alertando de nuevos robos en el barrio.

La situación no se calmó hasta pasadas las 2:30. Para la noche de ayer estaba previsto otro dispositivo de blindaje del Polígono Sur, ante las previsiones de que volviera a vivirse una noche de tensión. Los agentes también están alertados de posibles saqueos en otras propiedades de este clan, tanto en otros barrios de la capital como un chalé en un municipio de la provincia de Huelva.