Andalucía

Ciudadanos quiere mediar

  • Los de Rivera creen poder sumar una mayoría con el PP, aunque ven imprescindible la participación del PSOE en un acuerdo. La impresión de los partidos es que la fusión en torno a Podemos volverá a pinchar en Andalucía, donde Díaz ganaría otra vez.

SI fuese por el resultado en sí, las elecciones del 26 de junio, el que vienen indicando los sondeos y el que esperan los partidos, no va a solventar la situación de empate entre las cuatro grandes fuerzas. Si fuese por el resultado en sí, no habría un claro ganador que sumase 176 escaños mediante la suma de un aliado de Gobierno, todo lo contrario: la irrupción de la alianza de Podemos e IU igualará a las tres primeras formaciones, por lo que el Ejecutivo que salga de las elecciones se tendrá que basar "en un acuerdo a tres". Ésta es la opinión de Ciudadanos, el único partido cuyo líder, Albert Rivera, ha declarado que está dispuesto a pactar a su derecha, con el PP, y a su izquierda, con el PSOE. Si fuese por el resultado en sí, España se vería abocada a unas terceras elecciones, pero el pavor que éstas provocan, y los movimientos internos dentro de los partidos, harán que se fuerce la formación de un Gobierno en el mismo mes de agosto.

Ésta es la opinión de Ciudadanos, pero también de fuentes del PSOE y del PP. España necesita salir del bloqueo lo antes posible y llegar a septiembre con un presidente en la Moncloa. Las encuestas que comienzan a barajar los partidos en Andalucía dibujan un panorama que puede ser ejemplo de lo que ocurre a nivel nacional: el PSOE se mantendrá como primera fuerza, Susana Díaz volverá a ganar unas elecciones, pero el PP se le coloca muy cerca, quizás se despegue en número de escaños -ahora sólo le separa uno- pero no en votos. Podemos logrará de dos a cuatro diputados más, pero, como en otras ocasiones, el sur no es lo suyo, y Ciudadanos puede recibir un notable incremento de votos, aunque no tiene por qué traducirse en diputados. Consolidarían los ocho que tienen, y aspirar a dos más. Este balance no rompe el bloqueo, por lo que pesará más en ello la voluntad de los dirigentes de no repetir el fracaso que la propia aritmética. A ello habrá que añadir el factor de Susana Díaz, los socialistas andaluces sí se van a volcar en esta campaña, su presidenta necesita mejorar el resultado para evitar lecturas internas sobre un posible decaimiento y para sacar músculo ante Ferraz por lo que pueda suceder en el próximo congreso.

El resultado parece encaminarse hacia una polarización, hacia un bloque PP-Ciudadanos y otro PSOE-Podemos, aunque barones como Susana Díaz se resistirán a una alianza de Sánchez con Pablo Iglesias. "Esta vez sí que se va dejar la piel de verdad, como ella dice, se va a dejar la vida", comenta uno de los diputados andaluces. "No podemos permitir que un mal resultado sirva para erosionarla en el Parlamento andaluz", sostiene uno de sus secretarios generales.

Fuentes del PP explican que Mariano Rajoy confía en que el ligero repunte que le dan los sondeos se traduzca en un aumento de escaños que pueda sumar con Ciudadanos, al menos acercarse a la cifra de los 170. Eso es lo que opina el propio presidente y la dirección de su partido, pero para ello es necesario que Albert Rivera mantenga el tipo. Es complicado, aunque tanto en el PP como en Ciudadanos sostienen que el partido naranja comienza a recibir votantes socialistas. De algún modo se estaría produciendo un trasvase de votos hacia la derecha: de Podemos hacia el PSOE y la abstención (aunque el efecto de IU lo compensa); del PSOE hacia Ciudadanos y, en menor medida, de Ciudadanos al PP. "No te extrañe que podamos sumar o nos quedemos muy cerca", se explica desde el PP andaluz, aunque en Ciudadanos sostienen que esta vez, como la anterior, será necesario el acuerdo a tres. "Nosotros intentaríamos tirar del PSOE aunque estemos cerca de la suma, lo que queremos es un gran bloque constitucional", se explica desde Ciudadanos.

Los mítines, los carteles con las imágenes de los candidatos y las banderolas en las farolas son herramientas del pasado, la campaña electoral que comienza dentro de dos semanas se va a desarrollar, básicamente, en las televisiones y en la calle. Los cuatro grandes líderes repiten, y después de un extenso periodo electoral que se prolonga durante más de medio año, el nivel de conocimiento de Rajoy, Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Albert Rivera convierten en prescindible la cartelería, pensada para otros tiempos en lo que lo importante era romper el anonimato. Pero es que, además, no hay dinero, las arcas de estas formaciones están agotadas, por lo que los mítines de masa se van a medir con los dedos de una mano. Una plaza de toros, como un pabellón deportivo, se llena con autobuses gratis cargados de simpatizantes, y eso cuesta bastante. El PP, por ejemplo, no tiene previsto aún celebrar mítines en Andalucía, quizás alguno con Rajoy en los últimos días; Ciudadanos se volcará en la calle, y ha lanzado a otros dirigentes en lo que era un monopolio de imagen de Rivera; el PSOE sólo pondrá carteles en algunos pueblos, y Podemos espera convocar una gran concentración en Córdoba con Anguita, Garzón e Iglesias. Se trata de una campaña especial, a la que le costará arrancar, y que sólo producirá pequeños cambios, aunque significativos, respecto al 20 de diciembre. "En cinco meses no cambia un país", se explica desde Ciudadanos.

Cabe la otra opción, la de una suma de escaños entre PSOE y Podemos. Es más, si la subida de los de Pablo Iglesias se hace no sólo a costa del PSOE, sino que también se lleva por delante algunos de los restos del PP, el polo de izquierdas podría sumar más escaños que el de la derecha. 170 diputados comunes entre PSOE y Podemos volverían a convencer a Pedro Sánchez de que cuenta con otra oportunidad, a pesar de que las líneas rojas que le pone Pablo Iglesias siempre pasan por Cataluña.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios