Un gol bastó. Un zarpazo solitario de Ismael a los 25 minutos de juego acabó con un Antequera que se hunde en el pozo de la clasificación. El partido se esperaba como agua de mayo en la localidad malagueña, pues recibía a un rival directo, pero el tiro le salió por la culata.

El gol realizado por Ismael fue un mazazo para los locales. Dada la necesidad provocó nervios y las prisas en los jugadores antequeranos, que no supieron levantar el partido. Sin apenas generar ocasiones y con las imprecisiones de los equipos en situaciones desesperadas, se llegó al descanso.

Tras el paso por los vestuarios, el Arenas de Armilla, entrenado por Juan Carlos Gómez, volvió al césped sabiendo lo que tenía que hacer. Los granadinos aguantaron el tipo sin problemas, tanto que el local Migue España fue una isla en medio de la zaga granadina.

Al final, tres importantes puntos para un Arenas que, aunque sigue en el límite de la zona de descenso, al menos pone un poco de tierra de por medio.