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El Granada del trastorno bipolar y el vientre fácil

  • En una semana, los de Lucas han pasado de la euforia de ganarle al Barcelona al estado depresivo mostrado en el Sánchez Pizjuán

Treinta y cuatro jornadas han tenido que pasar para determinar el diagnóstico definitivo: el Granada sufre de un severo trastorno bipolar, que va camino de derivar, como sigan así las cosas, en una colitis de camión como el sábado no se le gane al Rayo Vallecano. Ambas no tienen nada que ver en la realidad. Sólo en fútbol pueden llegar a guardar cierta relación. Los datos hasta la fecha sugerían que los rojiblancos padecían algún desajuste anímico. Tras el viaje a Sevilla, los picos mentales del equipo no dejan lugar a duda.

recogida de datos

Una investigación científica tiene varios pasos antes de realizar el trabajo de campo: la recogida de datos, su estudio detallado y la posterior extracción de conclusiones. Para determinar por qué este Granada es como es, se pueden saltar algunos y pasar directamente al análisis de los datos. Clasificación en mano, el equipo rojiblanco sólo ha empatado cuatro de treinta partidos. Es decir, tantos como Atlético, Real Madrid y Rayo. Todo lo demás son sonrisas y lágrimas, mucho más de esto último que de lo primero (11 ganados y 19 perdidos). Trasladado a un gráfico, la trayectoria del Granada dibuja un camino escarpado, de subidas y recaídas en el estado de ánimo. Un triunfo eleva la moral, una derrota hunde en el infierno al equipo. Siguiente paso.

TRABAJO DE CAMPO

Toda investigación necesita de un experimento, con sus variables dependientes e independientes, y del que se puede hacer uno a la idea del resultado con investigaciones posteriores. Sevilla era el domingo el campo de pruebas para medir si este Granada, tras el subidón de ganarle al Barcelona, era capaz de aprovechar el envión de confianza suficiente para no hacer padecer a sus aficionados. Pero se vio que la benzodiazepina culé no fue suficiente y los antidepresivos van a tener que volver a circular en el seno del grupo. Dos goles en propia puerta es para hacer mixtos a cualquiera, está claro. ¿El tratamiento? El de siempre, Marbella.

BUSQUEN PAPEL

¿Se acuerdan del camión de rollos de papel higiénico que se pidió desde estas páginas cuando lo del Elche? Como sobró mucho de aquella vez, el que guarda, halla. Ténganlo cerca porque en este estado de bipolaridad granadinista cualquier cosa puede pasar. Como el próximo sábado no se le gane al Rayo, la facilidad de vientre se puede hacer manifiesta en las tres jornadas que quedan para el final. Lo mismo la solución puede estar no sólo en las dosis de Marbella, si no en las de Fran Rico y Murillo, o de cualquier baja que sufra el Granada. Uno se rompe, Lucas mira el banquillo y se deprime. Otra medicina, homeopática, y que puede venir muy bien. Faltó en Sevilla y es el huevo.

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