El entrenador del Granada CF, Joaquín Caparrós, ha reconocido que su equipo afronta el encuentro ante el Eibar "jodiillos y escocidos", pero también subrayó que "estamos deseando jugar y confíamos en romper la racha".

"Estamos con ganas, pero esperemos que esas ganas no sean ansiedad", recalcó el técnico, quien vaticinó "un partido complicado en un campo difícil" en el que "el rival se está haciendo fuerte". "El Eibar le hace mucho bien al fútbol español, hace poco estaba en Segunda B y ahora en Primera, eso dice mucho de su gestión deportiva y económica", resaltó el utrerano.

"Hay que estar a un alto nivel de atención, lo requiere el contrario y las medidas del campo. Nos van a apretar y debemos tener la máxima atención desde el principio al final, hay mucha igualdad y cualquier mínimo detalle te hace no sumar", señaló Caparrós, que pidió a sus jugadores que sepan "manejar las situaciones del juego y saber competir en momentos importantes para no regalar puntos por descuidos".

El técnico granadinista es consciente de que su equipo necesita "mejorar, seguir trabajando y coger automatismo", aunque apeló a que "el grupo tiene intensidad, está unido y tiene ganas, como se demuestra en los entrenamientos".

"Hay que seguir manteniendo lo que hacemos, quitando el partido contra el Levante", manifestó Caparrós, quien cree que los que le tachan de defensivo "no tienen razón porque el Granada es de los pocos equipos que juega con dos delanteros, con dos jugadores en banda que son delanteros y con un futbolista en el medio que es más ofensivo que defensivo, como Fran Rico".