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Partido a partido, final a final

  • El juego desplegado por los rojiblancos en La Coruña es un buen comienzo para pensar que la salvación es posible El encuentro del sábado frente el Elche en Los Cármenes es vital

Abel Resino se estrenó en el banquillo con un punto más. Uno de esos que tanto gustaba a Joaquín Caparrós, empeñado en convencer al personal que lo importante era sumar, aunque fuera poco. Así nos ha ido. Puntito a puntito el Granada fue cayendo progresivamente hasta tocar fondo en la tabla de clasificación. Desde que el Granada sumara ocho puntos tras la cuarta jornada, sólo ha sido capaz de 'engordar' siete más. Incluido el logrado el domingo en el campo del Deportivo, con el equipo ya en manos del toledano. Pero este nuevo pasito rojiblanco tiene sus matices: se logró en el campo de un rival que está en una dinámica positiva y se hizo jugando tratando el balón con algo más de cariño. Antes, el esférico era maltratado continuamente por las botas de los jugadores del Granada. También hay que hacer hincapié en que Abel apenas llevaba unos días dirigiendo a la plantilla. Por último, hay que valorar que los granadinistas marcaran más de un gol, algo que no ocurría desde el primer partido de Liga, precisamente ante los coruñeses.

milagroso

El empate cosechado cerca del 'fin del mundo' sirvió, entre otras cosas, para mantener la desventaja con el Dépor, que pudo haber aprovechado para descolgar al Granada a seis puntos. Es más, como los resultados de los rivales directos fueron buenos para los intereses rojiblancos, se recortó un poco con la salvación. Y he aquí el milagro monumental. En condiciones normales, tras la desastrosa y patética primera vuelta, Pina tendría que estar pensando en la próxima temporada en Segunda División. Pero resulta que la frontera de la permanencia está a dos puntos. ¡Increíble! El Granada estaba muerto, pero no del todo. No se puede desaprovechar tanto regalo.

semana a semana

La segunda vuelta estará llena de finales. No hay mucho margen para los errores, sobre todo ante equipos con los que hay obligación de ganar. Pero para un equipo como el Granada que tiene mucha prisa, lo mejor es vestirse despacio. La sabiduría del refranero castellano así lo recomienda.

volver a empezar

A la vuelta de la esquina, la primera final para el Granada. El equipo que visita este sábado el estadio de Los Cármenes es un viejo conocido de los últimos tiempos: el Elche. Además, los ilicitanos son un rival directo en la lucha por la permanencia, por lo que no hay tu tía: hay que ganar sí o sí. Ya es hora después de tanto tiempo sin una victoria que llevarse a la boca. Los tres puntos ante los franjiverdes son cruciales para el devenir de la competición, la recarga de autoestima por parte de todos integrantes de la plantilla rojiblanca y esparcir la esperanza sobre todo del granadinismo de que la salvación es posible. Eso sí, los de la ciudad de la Dama estarán la mar de contentos porque en el recinto del Zaidín no estará Odion Ighalo.

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