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La ley de Djokovic

  • El serbio supera a un agotado Wawrinka en cinco sets El número uno se medirá a Murray por el título

Novak Djokovic buscará mañana su quinto título en el Abierto de Australia tras derrotar ayer a Stanislas Wawrinka en un partido que el suizo bien pudo ganar.

Número uno del mundo, Djokovic se impuso 7-6 (7-1), 3-6, 6-4, 4-6 y 6-0 y será el rival del británico Andy Murray, que busca ganar su primer Abierto de Australia y su tercer trofeo de Grand Slam. "Fue una batalla, fuimos hasta el límite, Stan es un gran competidor", dijo el serbio tras eliminar al defensor del título.

Wawrinka dio a entender que no jugó en su mejor forma. "Le dije esta mañana a mi entrenador que estaba, mentalmente, completamente muerto", dijo el suizo. "Estoy físicamente bien, estoy jugando bien, pero creo que mentalmente pagué la final de la Copa Davis, el no haber tenido demasiado tiempo libre", añadió el número cuatro del mundo.

Mientras Wawrinka destacó los "muchos errores" que cometieron ambos, Djokovic vio las cosas de forma un tanto diferente.

"Creo que jugué bien, pero con dos sets a uno y un break arriba le permití volver al partido. Stan es un jugador de calidad y sabe cómo complicarme la vida. El primer juego del quinto set fue clave", analizó Djokovic, que recordó la relación que lo une a Murray. "Con Andy jugamos por primera vez a los 12 años, tenemos una buena relación fuera de la cancha. Es agradable ver que jugamos otra final de Grand Slam".

Quizás también lo sea para Murray, que las dos veces que gritó campeón en un Grand Slam fue con Djokovic como rival.

Pudo ser diferente, el rival no estuvo tan lejos de ser Wawrinka, pese a lo concluyente del quinto set de ayer.

Como en Australia 2013 y 2014, como en el US Open 2013, el duelo Djokovic-Wawrinka llegaba al quinto set. Los antecedentes invitaban a acomodarse en las sillas por un buen rato: 12-10 para el serbio en Australia 2013 y 6-4 también para él en el US Open 2013. Australia 2014 le dio el triunfo a Wawrinka por 9-7 en el set final.

Nada de eso: como tantas otras veces, el aparentemente agotado Djokovic se convirtió en una máquina de no fallar. Era su rival, quizás confundido por la aparente debilidad del adversario, el que se encargaba de sumar todos los errores.

Wawrinka ofreció un par de puntos más para exquisitos para que el estadio siguiera aplaudiéndolo, pero el que volverá al Rod Laver Arena mañana será Djokovic. La meta: ganar un quinto título en Australia que nadie logró en la era profesional del tenis.

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