José Ramón Sandoval analizó los errores de su equipo en el primer partido de Liga ante el Eibar en Los Cármenes. Y el Granada demostró haber aprendido ayer de ellos sobre el césped del Coliseum Alfonso Pérez. El conjunto rojiblanco fue superior a su rival en cuanto a la posesión de balón durante la primera parte, pero esta vez tuvo las ideas claras con la pelota en los pies y fue mejor durante gran parte del choque, aunque en la segunda mitad el Getafe triplicó sus llegadas.

El entrenador de Humanes se quejó en la rueda de prensa posterior al choque ante el conjunto armero que su equipo había pecado de falta de intensidad en defensa, algo que se vio claramente reflejado en las seis faltas que realizó en todo el choque. Pues dicho y hecho. En la primera parte ante el Getafe el Granada ya había cometido más infracciones (ocho) que en todo el partido de Los Cármenes.

Otra de las facetas en las que mejoró el conjunto rojiblanco fue en las llegadas al área. La efectividad que le faltó el otro día la mostró ayer, ya que su tercer disparo entre los tres palos fue gol, aunque lo hizo El Arabi de penalti. El siguiente disparo también acabó en las redes de Vicente Guaita, que falló estrepitosamente ante el chut de Success.

Además, Sandoval también se quejo con respecto al partido ante el Eibar de lo mal que estuvo el equipo en defensa. Y también se mostró una mejora contra el Getafe, cuando tan sólo repitió Babín en relación a la defensa de la primera jornada. Lombán, Miguel Lopes y Biraghi mejoraron notablemente a sus predecesores y esto repercutió en que Andrés Fernández sólo tocó tres balones en la primera parte y dos de ellos fueron con el pie. Hubo que esperar hasta el minuto 75 de partido para que el cancerbero murciano realizara su primera intervención de mérito, aunque no pudo hacer nada en el gol que encajó por parte de Lafita.

En la segunda mitad el equipo dio un paso atrás lógico por el empuje del Getafe y por su ventaja en el marcador. A pesar de ello, siguió igual de seguro en la línea defensiva, donde destacó un Miguel Lopes que solucionó los escasos problemas que se presentaron en la zaga. El único tanto recibido fue un fallo de Rubén Pérez en el despeje tras un rechace en una jugada a balón parado.

Además, cuando el Getafe más apretó, José Ramón Sandoval reaccionó desde el banquillo y cambió las dos bandas para darle frescura y profundidad a su equipo, que consiguió apaciguar el chaparrón de su rival. El Granada mostró una imagen de equipo serio. Todo lo contrario que en la primera jornada. La defensa no cometió ningún error en todo el partido, el centro del campo jugó la pelota con criterio y paró los ataques del Getafe antes de que llegaran a más y en ataque estuvo letal.