Deportes

¿Qué han hecho para merecer esto?

  • El granadinismo se pregunta por qué no son capaces de ganar en casa

¿Qué habrá hecho mal en otra vida futbolística el Granada para tener que penar de esta forma en casa? En los tiempos de Tercera los aficionados se consolaban diciendo que el fútbol le debía mucho al Granada y que algún día, lejano parecía, el club rojiblanco se lo cobraría. Presuponiendo que la llegada de Pozzo-Pina al equipo forma parte del pago de la deuda que este deporte tenía con los rojiblancos, y colocando a cero el cuentakilómetros, la pregunta se repite con más fuerza aún: ¿Qué ha hecho mal el Granada estos años en Primera para darle tantos sinsabores a su hinchada?

¿INJUSTICIA CON TÉCNICOS?

Parece exagerado. Quizás sólo con Lucas se pasó de injusta la grada. Demasiado pronto pitaban al único que entrenador que siente los colores de este equipo. Sobre todo comparado con la bula de la que gozaron muchos, como por ejemplo Caparrós, que a pesar de los bochornos que ofrecía su Granada, el respetable tardó casi medio año en dedicarle una pitada ensordecedora. Por eso, aunque los pitos a Alcaraz fueran demasiado, no es suficiente delito para que la afición sufra así.

¿y con los jugadores?

Hay estados de forma y estados de forma. Llama la atención la falta de cariño que recibe el delantero más cuestionado, pero a la vez más decisivo que ha tenido este equipo en estos años en Primera. Es innegable que Youssef El Arabi ha sido muy indolente, pero sus goles han mantenido al Granada en la Liga BBVA durante cuatro temporadas y eso le hace ser, mal que pese, el mejor ariete que tiene este equipo. También se ha pitado a los porteros. Parecía que si no jugaba Roberto se jugaba sin nadie bajo el arco, y tampoco era eso. Si Roberto tenía épocas malas no tiene nada de malo cambiar al cancerbero. Por ahí, por el trato a los futbolistas, quizás le toque a la afición pagar una multa. Pero no tan cara como la que está pagando.

¿los de arriba?

Al final son los que toman las decisiones y todas han acabado dejando al equipo en Primera. Por ahí se escapan con holgura. Lo que parece que no controlan es a la hora de elegir técnico. Desde que se fue Lucas, de esa manera tan sentimental y tan quemado con el equipo y la ciudad, parece que sobre el banquillo cayó una maldición que Pina y Cordero no han acertado. Su mayor apuesta por un entrenador les salió rana, aunque le dieran la plantilla que le dieron, y con Sandoval están penando que les salvara en los últimos cuatro partidos del año pasado.

¿entonces?

Estamos ante errores futbolísticos dentro del azar que siempre deja un deporte donde muchas veces gana el equipo que menos se lo merece. Se cumple que el Granada ha tenido mala fortuna en este comienzo de Liga, pero también, y se manifestó ante el Deportivo, que ha involucionado en su juego. Pesan igual la lesión de Rubén Pérez, la falta de acierto en el Bernabéu y Mestalla, o las actuaciones arbitrales ante el Madrid y el Eibar, como la más que evidente falta de sintonía entre líneas, sobre todo en casa, y la alarmante desconexión de jugadores importantes que no saben qué hacer con la pelota cuando está en su poder. Y ese es un tema de entrenador y de entrenamientos.

¿y cómo se arregla?

Da la impresión de que Sandoval no va a gozar de la paciencia casi infinita con la que gozó Caparrós. Probablemente ni le valga ganar en Gijón dentro de casi dos semanas si en la siguiente jornada no se le vence al Betis en Los Cármenes. La afición, tan hastiada que el sábado ni siquiera dedicó una pitada más que merecida al equipo, no debe tener tanto aguante. No es posible que la plantilla con más clase y con un entrenador con gusto por el juego de calidad esté ofreciendo una imagen tan frágil, tanto en delantera como el defensa. Y ojo, que esta temporada parece que la tendencia no es la de mantener vivos los milagros. Si pierdes, esta vez los demás ganan y te dejan en el infierno. Encima todos los teóricos rivales por la permanencia están jugando bien y sumando. Mucho cuidado.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios