Lorenzo Zúñiga volvió a entrenar ayer con normalidad después de haber estado ausente de las últimas sesiones de trabajo. Ha iniciado un nuevo tratamiento para tratar de superar sus problemas en la rodilla izquierda, que le traen de cabeza desde la temporada anterior. El pasado lunes le inyectaron corticoides y ayer trabajó al mismo ritmo que el grupo, sin sentir ninguna molestia en el entrenamiento vespertino en los campos de Antonio Sánchez.

Se le ha detectado una condromalacia, una úlcera en el cartílago de la rodilla, que le resta fuerza. Con el tratamiento que ha iniciado ahora espera que el problema remita de forma temporal. Lo que ha descartado es pasar por el quirófano. "Si me opero me perdería casi todo el año, y eso es lo que no quiero. Cumplo contrato esta temporada y no me interesa pasarlo en blanco. Tengo que aguantar estos seis meses. Cuidándola bien, creo que podré aguantar", señaló a este diario el interior malagueño.

El médico del club, Carlos Melero, le ha comentado que salvo ese inconveniente, la rodilla la tiene perfecta. Se sometió a otro tratamiento al principio de la temporada, en la que se inyectó ácido para ver sí así se regeneraba, pero la semana pasada le volvieron a aparecer las molestias y tuvo que parar.

Todo viene a raíz del ejercicio anterior. "Recuerdo que tras el partido que disputamos ante el Talavera empecé a sentir molestias en el autobús. De ahí se pasó a un dolor y tuve que jugar infiltrado. La rodilla no se iba a romper, pero la molestia era continua", explica.

Esta semana va a trabajar al mismo ritmo que el grupo y confía en regresar pronto a las convocatorias. El técnico Pedro Braojos da prioridad al juego por las bandas y eso le viene bien. En este sentido, indica que "uno se desespera. El campo lo han dejado muy bien y es un placer jugar allí. Al míster le gusta utilizar muchos las bandas y eso a mí me beneficia. Así que sólo me queda cuidarme y trabajar muy fuerte para entrar en sus planes y ayudar al equipo. Estamos en una situación difícil y espero que pronto lleguen las victorias, porque nos hacen mucha falta".

Por su parte, Óscar Martínez trabajó ayer sin problemas y al mismo ritmo que el grupo. El pasado lunes pasó consulta con el jefe de los servicios médicos del Atlético de Madrid, y se le ha mandado un reposo relativo. Se va a inyectar ácido y se confía en que con ese tratamiento se vaya regenerando la cápsula del tobillo. La plantilla volverá esta tarde al trabajo en los campos de Antonio Sánchez.