Economía

La DGT y Rubalcaba frenan el plan de ahorro energético de Sebastián

  • Entre las medidas que recoge, el Gobierno propone reducir un 20% los límites de velocidad de las ciudades y regalar 49 millones de bombillas de bajo consumo

El ministro de Industria, Miguel Sebastián, compareció ayer ante el Congreso para presentar el nuevo Plan de Activación del Ahorro y la Eficiencia Energética 2008-2011, un proyecto que parte con un presupuesto de 245 millones de euros financiados en parte por el Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético (IDAE), y que se traducirá en un recorte en la factura energética de 4.100 millones (o lo que es lo mismo, entre 43 y 44 millones de barriles de petróleo). En total, 31 medidas articuladas en cuatro líneas de actuación: el transporte, las infraestructuras, la edificación y el ahorro eléctrico.

"Nos encontramos ante la tercera crisis del petróleo y tenemos clara la respuesta que vamos a dar", afirmó Sebastián, quien explicó que el elevado precio del combustible, que duplicó su valor en el último año, ha encarecido la factura energética en 17.000 millones. "Para combatirla es necesario a corto plazo el ahorro de energía y a largo plazo, el fomento de las energías renovables", destacó el ministro.

Entre las 31 medidas que recoge el plan, se encuentran algunas como contar con un millón de vehículos híbridos y eléctricos en 2014, impulsar las empresas de servicios energéticos, limitar la temperatura en los edificios no residenciales de 26 a 21 grados o fomentar el transporte público y el uso de la bicicleta. De las mismas, destaca la iniciativa por la cual se intentará la "eliminación completa" de las bombillas de baja eficiencia, que serían sustituidas por unas de bajo consumo. Para ello, el Gobierno repartirá vales regalos junto con la factura de la luz canjeables por bombillas de bajo consumo, hasta un total de 49 millones, lo que supondrá un "importante" ahorro de electricidad, señaló Sebastián.

Pero sin duda la medida que más impactó ayer a la audiencia que escuchaba a Sebastián fue aquélla por la que el límite de velocidad en las vías de acceso a las grandes ciudades y sus circunvalaciones se reducirá en un 20%. Al ministro le duró poco la alegría: el director de la Dirección General de Tráfico (DGT), Pere Navarro, matizó horas después que lo están estudiando, ya que es "más importante hacerlo bien que rápido", en referencia al plazo de tres meses para su implantación anunciado por Sebastián. Navarro aseguró que es necesario buscar "complicidades" con los usuarios y las asociaciones automovilísticas para recoger todas la opiniones. "Tenemos el encargo del Gobierno de estudiar la adecuación de las velocidades al entorno de las ciudades según criterios medioambientales y de consumo energético", adelantó el director de la DGT, que explicó que ya se está recopilando información de experiencias análogas en Holanda, Alemania, Suecia o Reino Unido. Además, recordó que 90km/h es la velocidad "más eficiente" para ahorrar combustible.

El otro frenazo a la iniciativa estrella llegó del propio ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien subrayó que antes de que se tome una decisión sobre si éstas serán o no llevadas a cabo, se hará un estudio consensuado con todos los sectores afectados y los ayuntamientos.

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