Economía

El plan del BCE recorta el interés de la deuda española

  • La prima de riesgo cae por debajo de los 90 puntos básicos Merkel insiste en que el programa no sustituye las reformas

El anuncio del Banco Central Europeo (BCE) de un ambicioso plan de compra de activos públicos y privados ha provocado un significativo descenso en los costes de financiación de la deuda de la mayor parte de los países de la Eurozona. En el caso de España llegó a situarse por primera vez por debajo del 1,30%, mientras el euro renovaba mínimos desde 2003 al caer a menos de 1,13 dólares.

En concreto, el interés del bono español a diez años llegó a caer hasta el 1,250%, marcando así un nuevo mínimo histórico, aunque después repuntaba hasta el 1,321%, aún por debajo del 1,415% registrado en la apertura. La prima de riesgo -el diferencial entre el bono español y su homólogo alemán- cayó por debajo de los 90 puntos básicos, aunque al cierre de la sesión volvió a situarse en torno a los 100 puntos básicos.

Por su parte, el euro volvía a debilitarse de manera significativa en su cotización frente al billete verde y marcaba un mínimo desde septiembre de 2003 al caer a 1,1251 dólares desde los 1,1364 del comienzo de la sesión, lejos de los 1,2098 dólares del principios de 2015.

El plan del BCE para inyectar más de un billón de euros en la economía de la Eurozona salió adelante pese a la oposición del Bundesbank y los reparos generalizados entre la mayoría de los políticos alemanes. Sin embargo, la canciller alemana, Angela Merkel, insistió ayer en que el programa del BCE no debe usarse como justificación de los gobiernos de la Eurozona para frenar las reformas económicas. Merkel señaló que no comentaría la medida del BCE por respeto a su independencia, aunque enfatizó que sólo las reformas de los gobiernos pueden reactivar la Eurozona. "Ningún banco central del mundo podrá reemplazar a la política, los líderes políticos tienen que estar a la altura de sus responsabilidades", agregó.

Por su parte, el presidente del Bundesbank alemán, Jens Weidmann, arremetió contra el programa recalcando que "no es un instrumento como cualquier otro en la unión monetaria; implica riesgos". Weidmann consideró que el programa convierte de hecho a los bancos centrales en los principales acreedores de los estados miembros del euro.

"Eso implica el riesgo de que se descuiden los presupuestos sólidos. Y podría aumentar la presión política para que los ministros de Finanzas mantengan baja la carga impositiva a largo plazo", afirmó.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios