Economía

Airbus Military hace piña en Sevilla

  • La compañía reúne en sus plantas de San Pablo y Tablada a 30.000 familiares y amigos de sus empleados en el Día de la Familia · El A380 se convierte en el gran reclamo y enseña sus entrañas a 8.500 visitantes

La lluvia no aguó la fiesta. Dio la tregua justa -hasta las dos de la tarde- para que niños y mayores disfrutaran de una mañana de domingo para el recuerdo. Sin embargo, el viento sí hizo la puñeta. Las rachas de hasta 25 kilómetros por hora arrebataron los globos a los pequeños, hincharon los chubasqueros con los que se equiparon los visitantes y, lo más doloroso, obligaron a suspender parte de la exhibición aérea prevista para celebrar el Día de la Familia en las plantas de Airbus Military en Sevilla.

No obstante, a tenor de las caras de ilusión de los familiares y amigos de los empleados, la cita fue todo un éxito. Las factorías de San Pablo Sur y Tablada fueron un auténtico hervidero. Más de 30.000 personas se congregaron en las instalaciones de la compañía para conocer de primera mano el lugar donde trabajan sus maridos, esposas, padres, hijos, hermanos o abuelos.

¿Lo más ansiado? Poder montarse en el avión de pasajeros más grande del mundo, el A380. Pero sólo 8.500 lo consiguieron. Las colas eran interminables. Los familiares de Luis Navarro, trabajador de San Pablo, esperaron una hora y media para entrar. "Nos hubiese hecho ilusión visitar un A380 equipado por dentro, y no con tantos cables, sistemas y bidones a la vista, pero aún así la experiencia ha sido única, es gigantesco", señaló Matilde, la madre de Luis, que lleva tres años y medio en la compañía y nunca había podido enseñar a sus familiares dónde trabajaba. El pequeño de la saga, su hijo de 17 meses, también estaba entusiasmado. "Lo lleva en la sangre, siempre saluda con la manita a todos los aviones", indicó Luis. "No me importaría que siguiera mis pasos; la aeronáutica es una industria con futuro", afirmó.

Para Miguel Ángel Ruiz, de seis años, la sensación fue trepidante. "No he montado nunca en avión, me da miedo volar", confesó. Pero quizá el ver de cerca tantos modelos le lleve a superar la fobia. Y es que, en exposición, había desde el aparato más antiguo de la compañía, el Saeta, hasta los productos propios de la antigua CASA, el C212, el CN 235 y el C295, pasando por el avión militar A400M, el C101, el Eurofighter, el superjumbo A380 o el tanquero A330 MRTT. Miguel Ángel acompañaba a Carmen Ángeles Menor, trabajadora del centro de servicios posventa (MRO) de San Pablo Norte. "Llevo cuatro años en la empresa y estoy encantada de poder enseñar por fin mi mundo a mi marido, un apasionado de la aeronáutica", dijo.

Para Antonio, ya jubilado, la cita sirvió para reencontrarse con antiguos compañeros. Ingresó en la compañía con 13 años y llegó a convertirse en el jefe de Seguridad e Higiene de San Pablo. "Airbus es una gran familia, es un día para sentirse orgulloso de ella", sentenció.

Sin duda, ayer también fue el Día de los Flashes. Todos querían una instantánea del momento. Pedro, cuya nuera trabaja en la línea de montaje del A400M, resumió: "Llevo aquí desde las nueve y ya he hecho más de 100 fotos; no quiero que se me escape ni un detalle".

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