La Diputación de Granada recogió el pasado año a 962 animales abandonados en los 56 municipios de la provincia. El incremento de recursos de protección se justifica, tanto en los 102 servicios que puso en marcha, como en el aumento de tramitación de adopciones para otros países como Italia, Holanda y Alemania. También gracias a la colaboración con otras entidades de adopción entre las que se encuentra la estación Esperanza de Monachil o Ladridos Vagabundos de Pinos Puente.

También se reubicaron a 437 animales: 396 perros y 41 gatos en las instalaciones cedidas por la delegación de Asistencia a Municipios a la Sociedad Protectora de Animales de Granada, situado en el Cortijo Peinado.

El servicio de recogida y alojamiento de animales vagabundos, dependiente de la Diputación de Granada, dota principalmente a los municipios con menos de 20.000 habitantes de un servicio de recogida de perros vagabundos de manera eficaz y en condiciones adecuadas de salubridad e higiene. Este servicio está incluido en la política de convenios municipales de la Diputación de Granada con los ayuntamientos. "Una mascota no es un juguete", señaló el diputado de Asistencia a Municipios, José Torrente, tras visitar las instalaciones.

La estrategia provincial pasa por la sensibilización ciudadana para evitar el abandono de animales y la potenciación de la adopción como alternativa. Se insiste también en la necesidad de cumplir con la ley en cuanto a la recogida de perros vagabundos, su alojamiento y manutención hasta su posible adopción. La Diputación Provincial asiste en estas tareas principalmente a los municipios con menor capacidad económica, ya que los ayuntamientos son los responsables de la gestión y disciplina en animales de compañía y potencialmente peligrosos .

Las cifras de recogida de animales certifican que la cuestión está mejorando en los últimos veinte años, según explicó el diputado delegado de Asistencia a Municipios y portavoz del equipo de Gobierno, José Torrente. En la década de los setenta se recogían hasta 6.000 animales al año y a principios de 2000 en torno a 3.500. Hoy esas cifras están por debajo del millar.