El Ayuntamiento de Granada ha iniciado el procedimiento de resolución del contrato firmado con los arquitectos encargados de la obra de rehabilitación del Cuarto Real de Santo Domingo, aunque esta Administración garantiza que los trabajos no se van a parar y se mantendrán los plazos previstos.

Las obras en el Cuarto Real de Santo Domingo se están llevando a cabo de forma conjunta entre el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía, pues se financia con los fondos del Plan de Turismo. De hecho, éste es el gran proyecto de futuro de este plan que se desarrolla en Granada desde hace varios años.

La concejal de Urbanismo, Isabel Nieto, aseguró ayer que los problemas con el equipo de arquitectos (Javier Gallego Roca y Ramón Fernández Alonso) no van a afectar a las obras, pues ya se están encargando de ellas los técnicos del propio Ayuntamiento.

El conflicto, según la concejal de Urbanismo, se deriva de un desencuentro sobre los honorarios de los arquitectos. Según Nieto, éstos tienen derecho a cobrar los 182.000 euros que se estipulaban en el pliego del concurso y que se firmaron en el contrato. De este dinero la mitad que correspondía a la redacción de los proyectos ya está pagado, según el Ayuntamiento, y quedarían pendientes los otros 91.000 euros por los trabajos de dirección de la obra.

Nieto aseguró que los arquitectos reclaman ahora a las administraciones que promueven la obra 1,5 millones de euros más, tanto por el proyecto (932.000 euros) como por "nuevas exigencias de contratación futura".

La reacción del Ayuntamiento ha sido suspender el contrato de este equipo y otorgarle un plazo de 10 días para que cumplan lo que el Ayuntamiento considera estipulado en el convenio. Si en ese tiempo no hay cambios, el municipio iniciará el procedimiento de resolución, que tendrá que pasar todos los trámites, incluida la respuesta del Consejo Consultivo de Andalucía.

La concejal de Urbanismo explicó que el proyecto original presentado por los arquitectos y que resultó ganador del concurso de ideas ha sufrido algunas modificaciones, pero siempre han supuesto eliminar partes del trabajo porque la Delegación de Cultura no ha dado el visto bueno. Es el caso de la recuperación de la muralla, donde estaba prevista una escalera, o de la casa de la entrada, que se proponía demoler. Al final no se tocará.

Dada esta situación la edil aseguró que no hay motivos para que los arquitectos exijan más dinero y sí los acusó de "aprovechar el momento oportuno" para intentar subir su remuneración. "Las administraciones implicadas estamos muy motivadas para acabar este proyecto en plazo y quizás han pensado que es el momento para presionar", agregó la concejal de Urbanismo.

Las obras se encuentran en plena ejecución de la primera fase (que tiene un coste de 900.000 euros) y, según anunció ayer la edil, está a punto de licitarse la segunda parte, que afecta a un segundo pabellón donde están los restos arqueológicos. También se está pensando en una tercera fase para adaptar los jardines exteriores. "Éste es un proyecto de gran importancia económica, cultural e histórica y no vamos a permitir que sea paralizado", agregó Nieto.