El uso de vehículos particulares en el Campus de Cartuja ha provocado notables retenciones de tráfico desde el inicio de las clases en las facultades y centros de la Universidad de Granada, atascos que, sobre todo, se producen a la salida de clase a mediodía y de forma más puntual por la mañana. Las retenciones han provocado que, por ejemplo, el pasado lunes algunos de los autobuses urbanos que enlazan el campus con el resto de la capital acumularan unos 40 minutos de retraso, según la información facilitada desde el servicio de atención al usuario de la empresa Rober. Su gerente, Francisco Gámez, reconoció que "evidentemente" se han registrado problemas de tráfico, una situación que ya se ha trasladado a los responsables de las obras. "La cuestión es que algunos siguen yendo en coche y generan atascos porque no hay aparcamiento", señala Gámez, que adelantó que "se va a ver qué se puede hacer", ya que el itinerario está "limpio pero los coches han podido generar restricciones". Tras el inicio de las obras en los viales del campus -que ha cambiado incluso el recorrido de las líneas de autobús- únicamente hay aparcamiento para vehículos privados en las proximidades de Teología, cerca de Psicología y en el entorno de Empresariales y Filosofía y Letras, además de los aparcamientos de las propias facultades.

Aparte del problema generado por los coches, los autobuses de Rober que suben al campus arrastran el retraso que generan las obras en otras zonas de la ciudad, como es el caso de Gran Vía, que ayer sufrió una jornada de colapso con retenciones importantes durante la mañana.

En la mañana de ayer, pese a las reformas que se acometen en media ciudad, no hubo problemas de tráfico reseñables en Cartuja. Los autobuses, que transitan en sentido circular por el único carril libre, recorrieron sin mayores incidencias el campus. En la línea C, sobre las diez de la mañana, se pudo completar el recorrido que va desde Triunfo a la Facultad de Filosofía y Letras -la última en la que hay parada- en apenas 16 minutos, con control preventivo de la Policía Nacional desplegado en las inmediaciones del Monasterio incluido. Eso sí, en el recorrido no se pudo observar ni un solo hueco para aparcar.

Un par de semanas antes del inicio de las obras, el rector de la Universidad de Granada, Francisco González Lodeiro, ya señaló que "andar es sano" en referencia a que quienes tengan que trasladarse a alguno de los edificios de la UGR en Cartuja tienen como mejor opción para su desplazamiento, precisamente, caminar. Sin embargo, pese a que es evidente que las obras se han iniciado y a que se ha cortado uno de los carriles, hay quien ha mostrado su descontento por las restricciones al tráfico, sobre todo a la supresión de plazas de aparcamiento. Los estudiantes que cada día acuden a Cartuja -unos 22.000 según los datos de la última memoria académica- han hecho público su malestar por las obras a través de las redes sociales, con comentarios en los que arremeten contra Ayuntamiento y el periodo elegido para acometer las obras, comentarios que no tienen en cuenta que la remodelación depende de la propia Universidad y que, además, éstas se prologarán hasta finales de año, con lo que difícilmente podrían 'esquivar' el periodo lectivo.