La estatua de Yehuda Ibn Tibón volvió ayer a su emplazamiento habitual, al inicio del barrio del Realejo, en las Calle Pavaneras esquina con la Calle La Colcha, de donde fue retirada en abril. Dos meses ha estado en talleres poniéndose a punto esta emblemática pieza, obra del escultor Miguel Moreno.

Tal y como recordaba ayer el concejal de Patrimonio en el Ayuntamiento de Granada, Eduardo Caracuel -que asistió a primera hora de la mañana a la colocación del retrato de Yehuda Ibn Tibón tras las labores de conservación y limpieza- la obra fue retirada en el mes de abril. "Teníamos previsto su limpieza, pero debido a las procesiones de Semana Santa alguien se subió y la pieza se desplazó, porque yo no creo que fuera por un acto vandálico", comentó el.

"Ese hecho ha dado lugar a que se acelere el proceso de la intervención, pero ya ha quedado perfectamente anclada a la base y esperemos que sea algo duradero", comentó Caracauel.

El edil explicó que la intervención se enmarca dentro del Plan de Conservación del Patrimonio Cultural, que se desarrollará de 2013 a 2015 y supone también la intervención en otras piezas emblemáticas de la ciudad.

En concreto, en este caso se ha procedido a un tratamiento de limpieza, tanto preliminar como mecánica y química, para retirar el polvo, los depósitos ambientales y y la suciedad generalizada, así como reblandecer y diluir las pinturas y costras.

También se llevó a cabo la sustitución de los puntos de sujeción que anclaban la base de la escultura al basamento por su pérdida de resistencia mecánica dado su grado de oxidación.

Además, como especificó Caracuel, se le ha aplicado un tratamiento de protección final para obras situadas a la intemperie.

La escultura, en bronce sobre pedestal de piedra, representa a Yehuda Ibn Tibón, médico, filósofo y poeta granadino del siglo XII. Expresada plásticamente de pie, en pose frontal, eleva la cabeza con cierta levedad hacia arriba y adelanta la pierna derecha, al tiempo que se lleva la mano de este lado al pecho, y eleva rotundamente la izquierda, por encima de la cabeza, que se protege con turbante de formas regulares. Lleva un pergamino enrollado cilíndricamente en esta mano, señal que indica al espectador la erudición del judío. Viste túnica simple, escuetamente plisada, sin concesión decorativa que aleje la atención del que la observe de otra cosa que sea el rostro, de cuidada barba. Las mangas, algo por encima de los codos, y el cuello, amplio, permiten mirar el tratamiento anatómico efectivo concedido a la obra. El lugar donde se levanta, señala el inicio del barrio que fuera judería granadina.

Caracuel también detalló algunas otras actuaciones recientes que se han llevado a cabo dentro de es Plan de Conservación del Patrimonio. "Tuvimos una intervención hace unos meses en el monolito que rememoraba al general Emilio Herrera, que estaba muy deteriorado y se ha restaurado".

También señaló la que ha desarrollado en la Plaza de l Libertad con el monolito que rememora el ajusticiamiento de Mariana Pineda, que ha sido limpiado.

Además, Caracuel adelantó que está prevista la restauración de la escultura de Carlos V de la Plaza de la Universidad, aunque aún es pronto para dar alguna fecha. "Estamos en conversaciones con Carmen Tienza, que es una conservadora ajena al Ayuntamiento. Aún no sabemos cuando podría comenzarse, porque el trabajo con esta estatua es mucho más complejo".

Lo que tampoco quiso precisar fue la fecha prevista para la retirada del monolito de Primo de Rivera. "Se acatará la sentencia y se procederá al traslado. No voy a dar fechas, porque será cuando el Equipo de Gobierno, encabezado por el alcalde, diga. Cuando él estime oportuno, el monolito será sustituido por otra pieza". En respuesta a las preguntas de los periodistas, comentó que "irá a dependencias municipales y el Equipo de Gobierno será el que diga que vamos a hacer con él".