Granada

La Industrial Copera se convierte en el parking de un bazar chino

  • La macro tienda de productos asiáticos de la carretera de Armilla se queda con el local para crear plazas de aparcamiento

Era el espacio granadino de la música en directo, la diversión y la fiesta. Sin embargo de eso tan solo queda el recuerdo. El local que albergaba la sala Industrial Copera situado en la carretera de Armilla ha cambiado las barras, el escenario y las luces por varias plazas de aparcamiento bajo un cartel que dice: parking del bazar chino.

Los propietarios del gran almacén de productos asiáticos que queda justo a un lado de la antigua sala han alquilado el espacio y andan estos días inmersos en una obra para convertir la Copera en un parking para los clientes del establecimiento. Un final para esta exitosa sala de conciertos de gran prestigio que nadie pudo imaginar en noviembre de 2013, cuando la dirección anunció que tristemente y ante la imposibilidad de adaptar el espacio a los requerimientos del Ayuntamiento de Armilla, cesaba su actividad temporalmente y cancelaba toda la programación prevista para el invierno.

Las reacciones en las redes sociales no se han hecho esperar. Sergy Beat fue el encargado de dar la noticia de la transformación en parking a través de la red social Facebook: "Industrial Copera, unos de los iconos del techno en España se ha convertido en un parking para un mega centro chino todo a cien. Así es la política de cultura en este país", replicó indignado aportando algunas fotos del espacio ya ocupado por los primeros vehículos.

Este comentario provocó un auténtico aluvión de reacciones de todos aquellos que han vivido tantos buenos ratos en esta sala que comenzó su andadura en el año 1991 y que trajo consigo de forma pionera a nivel nacional el mejor techno, house, drum&bass, breakbeat y electro a la ciudad de la Alhambra. "Que fuerte... que pena, hasta las lágrimas se me saltan. Esto es mejor ni verlo, qué recuerdos"dijo una de las jóvenes que vio a través del perfil de Beat los primeros vehículos aparcados en el interior de la antigua sala de música.

Una tristeza que también sintió el actual propietario de sala la Industrial Copera, Jesús Carilla que visitó ayer las instalaciones para comprobar en primera persona su nueva utilidad. "Da mucha pena. Me ha dado de todo cuando la he visto", dijo ayer Carilla sorpendido por la transformación del local que todavía no tiene demasiada pinta de parking. Según explicó el pasado año a mediados de noviembre no tuvieron otra opción que echar el cierre temporalmente ante las constantes presiones y quejas vecinales consecuencia del ruido.

Un ruido que se producía más bien en el exterior, pues según incidió ellos siempre han tenido todos los papeles en regla. Pero nunca imaginó que, finalmente, se convertiría en un parking y además, de esas características. "A nosotros nos pedían una gran cantidad de requisitos para mantener abierta la sala y sin embargo ahora si se permite poner ese parking en esas condiciones" dijo.

Pese a todo, Carilla se queda con su propia imagen mental de la Copera con todo su esplendor. "Recuerdo especialmente las primeras visitas de electrónica con artistas como Richie Hawtin o Carl Cox", relató entusiasmado. Por último, sobre la posibilidad de que la sala reabra sus puertas en otro espacio de la ciudad Carilla no afirma ni desmiente aunque eso sí, se vaticinan sorpresas.

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