Los hoteleros andaluces no están dispuestos a que se apruebe el borrador del decreto de Viviendas de Uso Turístico en los términos en los que está actualmente redactado y que les fue entregado el pasado 19 de septiembre. Aseguran que no contempla ninguna de sus propuestas, que se sienten "ninguneados" por la Junta de Andalucía tras un año de negociaciones y que el texto supone una "falta de respeto" a un sector que es el motor económico de la región. La Junta, por su parte, señala que la protesta es "exagerada" y que está abierta al diálogo porque el borrador aún está en trámites, si bien deja claro que hay colectivos que sí han dado su visto bueno y que "no están dispuestos a aceptar chantajes".

El sector hotelero andaluz exigió ayer notables cambios en el documento y quiso trasladar una imagen de unidad. De hecho, se reunieron los presidentes de las patronales hoteleras de las ocho provincias andaluzas, unidos a través de la Federación Andaluza de Hoteles, Apartamentos Turísticos, Hostales y Pensiones (Fahat), en Málaga y, posteriormente, dieron una rueda de prensa. "Estamos todos unidos para dar un mensaje único", enfatizaron, a la vez que recordaron que representan a más de 3.000 establecimientos turísticos andaluces con 350.000 plazas.

"Nos sentimos ninguneados porque el borrador de decreto que se nos presentó hace unos días en Sevilla no se corresponde al de la última reunión técnica de la Mesa de Turismo y se han incorporado conceptos en contra de nuestro posicionamiento", afirmó José Carlos Escribano, presidente de Fahat y de los hoteleros malagueños.

En este sentido, los hoteleros critican, por ejemplo, que en el borrador se incluya la posibilidad de que las viviendas de uso turístico a regularizar puedan dar servicios complementarios (desayunos, almuerzos, etcétera), o que se puedan arrendar solo habitaciones. Los hoteleros se oponen "de manera radical" a ambos aspectos.

Los empresarios quieren que se incluya en el borrador que solo se pueda alquilar con fin turístico una vivienda completa y no solo habitaciones; que no se den servicios complementarios; que se vigile y penalice a los portales de internet que anuncian y venden las viviendas alegales; que los propietarios de éstas entreguen facturas y no recibos a los clientes; o que tengan hojas de reclamaciones, pasen inspecciones de sanidad, control de fichas policiales y una política de contratación de personal legal y con los empleados dados de alta. "Queremos que todos tengamos las mismas reglas de juego", remarcó Escribano.

Uno de los principales puntos de discrepancia es la estancia mínima. Los hoteleros exigen que, para poder acceder a una vivienda de uso turístico, el cliente tenga que estar, como mínimo, cinco días "porque la estancia media en los hoteles y apartamentos turísticos en Andalucía es de cuatro días", comentó el presidente de Fahat. El viceconsejero de Turismo, Antonio Roldán, explicó ayer que en el borrador no aparece una estancia mínima "porque no la tiene ningún alojamiento reglado en Andalucía y no entendemos por qué se va a tener que poner en la vivienda". Según Escribano, la reclamación de los hoteleros sobre este aspecto es "irrenunciable".

Roldán recalcó que el hecho de permitir el alquiler de habitaciones es para regularizar los actuales Bed&Breakfast "que ya existen en muchos puntos de Europa y no sé por qué se rajan las vestiduras por eso". El viceconsejero subrayó que el borrador sí recibió el apoyo de CCOO, UGT y de la Federación Andaluza de Municipios y aseguró que "vamos a escuchar a todo el mundo, pero no estamos dispuestos a aceptar chantajes". En cualquier caso, recordó que el procedimiento sigue abierto y que hay vías para el diálogo, una postura también defendida por los hoteleros.