La Comisión Nacional del Patrimonio despejará las equis de la ecuación que divide a Córdoba y Granada. La reunión de este comité el próximo lunes 17 en Lanzarote será decisiva para saber si la Consejería de Cultura de la Junta apuesta o bien por la Alpujarra o bien por la ciudad Medina Azahara como propuesta andaluza para Patrimonio de la Humanidad. Con los Dólmenes de Antequera encaminados a la Lista Representativa, cuyo proceso culminará en 2016, se queda una plaza vacante para otro proyecto andaluz. Un puesto que se juegan la comarca alpujarreña y el yacimiento cordobés, aunque fuende la Consejería consultadas por este periódico informan que todavía no se ha tomado una decisión.

La que se descartará oficialmente en Lanzarote será la candidatura de Jáen. La capital del Santo Reino presentó un proyecto de Patrimonio de la Humanidad para su Catedral que no gozó de la aceptación de los expertos de la Unesco, que apuntaron varias incorreciones en el expediente final del proyecto jienense. Una vez retirada dicha propuesta, la Junta tiene entre manos como opciones más consolidadas la comarca de la Alpujarra y y la ciudad de Medina Azahara.

La mejor colocada por varias razones es la candidatura de la comarca granadina. Principalmente porque su expediente ya está terminado, mientras que el de Medina Azahara está en una fase embrionaria. Además existe otro punto a favor de la iniciativa que dirigen la Diputación de Granada y la UGR. Se trata de la condición de la Alpujarra como paisaje cultural, una singularidad que la hace más atractiva en una competición en la que suelen aparecer propuestas centradas en la monumentalidad.

De hecho, hay menos de 100 paisajes culturales que forman parte de la prestigiosa Lista Representantiva, o lo que es lo mismo, que son Patrimonio de la Humanidad. Por tanto, Granada intentará jugar la baza paisajística ante su rival Medina Azahara, más enfocada a la categoría de yacimientos culturales. Los técnicos de Icomos tienen muy en cuenta el valor de la excepcionalidad como factor que marca las diferencias entre las propuestas.

Si bien es cierto que si Cultura se decantara por la Alpujarra, la candidatura tendría que consolidar mucho más el expediente y definir claramente los valores universales. Lo que quiere decir, que la solidez a la hora de redactar el expediente es lo que finalmente sitúa a unos proyectos sobre otros. No obstante, el gran hándicap de la comarca granadina es la falta de consenso político y la poca convicción ciudadana. Los expertos de Icomos consideran vital en un expediente que haya un acuerdo entre las diferentes administraciones, así como el entusiasmo de la población que acoge la propuesta.

Un defecto que Granada no ha conseguido solucionar desde que arrancó la iniciativa en el año 2012 y que de no arreglarlo pronto puede relegar muchos años su camino a la distinción de Patrimonio de la Humanidad. De esperar sabe Medina Azahara, que lleva instalada en este debate desde los años noventa y que lo ha ido revitalizando por épocas. No es la única candidatura a la que le pasa, puesto que es más frecuente de lo normal ver propuestas que su duermen y se despiertan según corra el viento político o económico.

Granada y Córdoba encuentran el ejemplo a seguir en Málaga. Los Dólmenes de Antequera están a año y medio de ser proclamados Patrimonio de la Humanidad en París. Un proceso que ahora misma está pendiente de que un técnico de Icomos visite la localidad una vez que se entregue el expediente definitivo en enero. El experto podría decir que sí a partir del mes de junio. La propuesta malagueña lo ha conseguido en tiempo récord dirigir su travesía a la capital francesa. En 2013 ya tenían el sí del Ministerio de Cultura y posteriormente una reunión de la Comisión Nacional del Patrimonio en Palencia les daba el visto bueno por unanimidad. Lo que también ha supuesto una oportunidad para otros monumentos y enclaves de Andalucía que quieren ser los siguientes en formar parte del club selecto de la Unesco. Tanto la Alpujarra como Medina Azahara tendrán que seguir luchando varios años más si las elige Andalucía, aunque será una espera mucho más benévola.