Granada

Pacífico y Atlántico llegan a San Agustín

ostrería de mercado

Granada no es ajena a la fiebre por la comida japonesa. En tan sólo unos años la capital ha sido testigo de la expansión de la cocina del país del Sol Naciente. Si durante décadas fue la gastronomía china la que se propagó a lo largo y ancho del globo terráqueo, ahora ese trono lo ha asumido su histórico rival en el continente asiático. Japón está de moda y también tiene su sitio en el remozado Mercado de San Agustín, al que desde hace unas semanas se puede ir a probar las delicatessen que se ofrecen en su zona gourmet.

No sólo de Mediterráneo vive San Agustín. También hay hueco para el Pacífico y el Atlántico entre los puestos 24 y 26, en los que se ha colocado la franquicia Ostrerías de Mercado con sus dos cocineros nipones preparando sushi, y los camareros de la tierra pendientes de dispensar al cliente el sabor de los diferentes tipos de ostras que nacen en la Costa Atlántica.

En medio del ritmo frenético y el bullicio que da vida a los mercados, ahora San Agustín ofrece la posibilidad de encontrar un momento de paz entre tanto movimiento. Una paz relativa, eso sí, ya que no paran de pasar clientes por las mesas que han colocado para tomar aperitivos. Allí, un grupo de casi diez personas se afana todos los días en Ostrería y Sushi de Mercado para no chocarse en los escasos metros cuadrados del local. Aunque el escaparate puede deslumbrar con el lujo de las botellas de champán y las ostras, parece que el público es más proclive al sushi.

El rollito de arroz que se ha convertido en la piedra angular de la cocina japonesa es sofisticado y barato, como explican desde el propio local. Un euro con diez céntimos es el precio de las variedades típicas del sushi, entre las que se encuentran, por ejemplo, los makis de salmón, de atún rojo, de langostino y de aguacates. En una escala superior aparecen los temáticos a un precio de 1,30. Algunos de los más solicitados son el California con kanikama, aguacate y hueva de lumpo, y el Alascan que se compone de langostino, mayonesa, aguacate, kanikama y tamago. Algo más caros son los niguiris (1,50), los gunkans (2) y los temakis (4), que son otras maneras de cocinar y enrollar el producto.

Para el que quiera pegarse un viaje completo al país del Sol Naciente, tiene la opción de acompañar el sushi con cervezas importadas de allí como la Sapporo, la Asahi y la Kirin. Y es que, aunque normalmente se asocia el sake como la bebida más habitual en Japón, lo cierto es que es la cerveza el producto alcohólico más consumido, según afirman los dos cocineros japoneses de Ostrería y Sushi.

Si la cebada es lo que mejor le va al sushi, en el caso de la ostra el maridaje perfecto es el champán. De tal manera que las botellas de Moët Chandon y Codorniu están colocadas de manera prominente en la barra de Ostrería y Sushi de Mercado. No obstante, el bolsillo manda y los clientes optan por acompañar la ostra con vino blanco o una caña de la cervecería-vinoteca que hay en frente. El bar presenta en la carta ostras de tres nacionalidades. Por un lado, las especialidades francesas de la Normandía y de la Bretaña. Un poco más lejos, desde Irlanda llegan las ostras de Galway. Y, por último, el toque español que aporta la ostra gallega.

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