Las tensas relaciones entre el Ayuntamiento de Monachil y Cetursa han ido un paso más allá. La orden de cierre cautelar ordenada por el Ayuntamiento de Monachil por supuestas deficiencias de seguridad en el restaurante Borreguiles de la estación de esquí ha enfrentado en los tribunales al Consistorio y a la empresa que gestiona Sierra Nevada, que ha denunciado por prevaricación al alcalde.

El regidor de Monachil, Félix Rodríguez (PP), informó ayer a Efe de que el cierre cautelar del restaurante fue comunicado el pasado jueves a Cetursa y que finalmente fue precintado el sábado ante los supuestos incumplimientos normativos por parte de la empresa pública, que, según Rodríguez, no habría atendido debidamente diversos requerimientos municipales. Según el alcalde, en el caso del referido restaurante, Cetursa no tramitó las correspondientes licencias y mantenía la actividad en el mismo a pesar de que no contaba con todos los certificados de sus instalaciones, entre ellos los que afectan a gas, calefacción y sistemas contraincendios.

Rodríguez explicó que la empresa gestora no ha solucionado las "carencias" detectadas a pesar de las comunicaciones y advertencias por parte del Ayuntamiento, que se vio obligado a ordenar el cierre del establecimiento por motivos de seguridad. "No se trata de intentar buscar una solución, Cetursa debe aportar la documentación que se le requería", señaló el alcalde, quien insistió en que la medida acordada va dirigida a garantizar la seguridad tanto de visitantes, como esquiadores y trabajadores.

"No se puede pensar que (Cetursa) está por encima de la ley respecto al resto de vecinos", ha insistido el alcalde de Monachil, que cree la diversa documentación presentada a última hora el pasado viernes no contaba con las suficientes garantías como para levantar el cierre cautelar.

Ante el cierre, Cetursa presentó una denuncia contra el alcalde y un ingeniero técnico industrial del Ayuntamiento, al entender que su actuación ha sido "absolutamente desproporcionada" en materia de licencias.

La empresa cree que los responsables municipales podrían haber incurrido en un delito de prevaricación al considerar que llevaron a cabo el precintado del establecimiento a sabiendas de "lo injusta, desproporcionada y fuera de lugar" de su decisión y actuación. Entiende además que lo hicieron con "mala fe y temeridad" dado que el precintado coincidió con el día de máxima afluencia de la semana a la estación y con el objetivo de que la acción fuera "lo más visible y dañina posible".

Cetursa explica que el restaurante Borreguiles se encuentra ubicado en el eje central del área esquiable, hasta donde llegan los dos remontes principales que conectan el núcleo urbano con la zona esquiable.

La instalación, que emplea a 45 trabajadores, da servicio de comidas y sirve de refugio al 70% de los usuarios de la instalación turístico-deportiva y desarrolla su actividad desde su inauguración hace más de treinta años, con mejoras urbanísticas tramitadas siempre "con normalidad", ha detallado.

Eulalia Ruiz, presidenta del comité de empresa de Hostelería de Cetursa, consideró también "desproporcionada" la actuación del alcalde y lamentó que los empleados, que se encuentran desconcertados, hayan tenido que vivir una situación "muy alarmante" al ver cómo la Policía llegaba a su centro de trabajo y lo precintaban.