Granada

Los piquetes descansan en una jornada que pone de acuerdo a todo el alumnado

El colapso que reflejaban por la mañana las calles del centro es significativo del apoyo masivo que tuvo la manifestación estudiantil. Bien es cierto que las movilizaciones siempre trastocan el ritmo de las arterias principales de las ciudades, pero la de ayer tuvo sabor a marcha de las antiguas con cerca de 7.000 personas (datos cortesía del Sindicato de Estudiantes y de los ojos de varios espectadores neutrales) vociferando en contra del ministro Wert, que se llevó la mayor parte de los 'piropos' como cabeza visible de la nueva ley del '3+2'.

La portavoz nacional del Sindicato de Estudiantes, Ana García, detalló que la huelga "ha vaciado las aulas" de institutos y facultades universitarias con un seguimiento de "entre el 90 y el 95%" en términos generales y "en algunos casos como la Universidad de Granada, del 100%". Con unas cifras así comenzaba la jornada de huelga en el seno de la UGR, donde los siempre paradigmáticos 'piquetes informativos' reconocieron que tuvieron poco trabajo, pues el seguimiento era masivo. "Sólo en algunas clases de Farmacia y unos pocos profesores de otras facultades que están en contra de la huelga han dado problemas", comentó un representante de la Coordinadora Sindical Estudiantil de Granada. "Legalmente no puede haber docencia porque es oficial el paro académico", explicaron los portavoces de esta organización.

Sin recurrir a piquetes, los integrantes de la Delegación General de Estudiantes se decantaron por las asambleas como método de debate en busca de la solución al '3+2' y el resto de problemas que acucian a las universidades españolas. Unos foros en la Facultad de Ciencias en los que se habló de problemas de fondo de los programas universitarios que tienen divergencias de una ciudad a otra y de la imperante necesidad de unificar criterios. Además, los portavoces del sector se han reunido estos días con Pilar Aranda e Indalecio Sánchez, los dos principales candidatos al Rectorado de la UGR.

Con el objetivo cumplido de haber provocado el paro académico casi al 100% comenzaba una marcha que partió desde Comedores Universitarios. Allí, empezó la división entre los diferentes bandos sindicales y políticos que hicieron la guerra contra el '3+2' cada uno por su cuenta en lo que a cánticos se refiere con la connivencia de los estudiantes que no defienden ninguna seña y que le dedicaron algunos cánticos a Wert y al Gobierno del PP con la voz y con las típicas pancartas. Lo más positivo es que no hubo que lamentar y todo transcurrió según lo estipulado hasta la lectura de los manifiestos finales en frente de la edifico del Rectorado de la UGR.

Los manifestantes incidieron en la defensa un sistema educativo público y de calidad basándose en el pensamiento crítico. De esto hacía gala un alumno de Ciencias durante el recorrido que sacó a pasear su lado más prosaico para explicar que 3+2 no suman lo mismo que 4+1 entre grado y máster. En la teoría el resultado es cinco, pero en la práctica de los bolsillos de los estudiantes y sus familiares la cuenta es que es habría que pagar casi 5.000 euros más con los dos años de máster que con el presente modelo del Plan Bolonia y que costaría alrededor de 10.000 más de cuando la cuenta de la licenciatura era de 5+0.

Sea como fuere parece que empieza otra batalla entre estudiantado y Gobierno como ya pasó hace unos años con el Plan Bolonia. Esa guerra la ganó la Administración y en la actual también lleva la delantera, una vez que ya está aprobado el decreto para los grados de tres años y que se barajan recortes del número de becas. A los universitarios les hará falta algo más que sus proclamas en la calle y las asambleas, algo como un empujón en forma del apoyo incondicional de las instituciones universitarias. La próxima batalla... el 24 de marzo.

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