Granada

Más de la mitad de las empresas granadinas no tienen asalariados

  • En la provincia apenas hay 216 empresas con más de medio centenar de trabajadores La CGE apuesta por iniciar procesos de concentración y alianzas para ganar competitividad

En Granada las grandes empresas pueden contarse con los dedos de la mano. El tejido productivo de la provincia, que vive prácticamente del sector servicios, apenas cuenta con 9 compañías de más de 500 trabajadores. Si en el grupo se incluyen también las medianas empresas, las de más de 50 empleados, la cifra aumenta hasta las 226 firmas, pero su peso en el tejido granadino sigue siendo mínimo, de apenas un 0,4%. Los últimos datos del Directorio Central de Empresas (Dirce) del Instituto Nacional de Estadística revelan sin lugar a dudas que la economía granadina depende casi en exclusiva de las pequeñas empresas y las micropymes, que en conjunto sostienen el 99,6% de la actividad.

La estructura empresarial granadina, de hecho, está marcada por las compañías sin asalariados. De las 54.404 empresas que, según el Dirce, seguían activas en Granada el 1 de enero de 2014 (última fecha disponible), 19.145, un 53,6% del total, eran empresas unipersonales, sostenidas únicamente por un autónomo. Las microempresas, las que dan trabajo a entre 1 y 9 asalariados, constituyen el siguiente tramo más abultado, con 23.578 firmas y un peso específico en el tejido productivo del 43,3%. Al sumar estos dos tramos, los mayoritarios en una provincia en la que la industria brilla por su ausencia, su importancia en el tejido productivo se hace todavía más notoria: el 96,9% de las empresas granadinas tienen menos de diez empleados.

El porcentaje se eleva hasta el 99,6% si se incluyen también las denominadas oficialmente como pequeñas empresas, las que cuentan con una plantilla de entre 10 y 50 empleados. La economía granadina cuenta con 1.455 empresas de pequeño tamaño, que sumadas a las pequeñas firmas y a las micropymes prácticamente 'agotan' el tejido empresarial de la provincia, que apenas cuenta con 131 empresas de entre 50 y 99 asalariados; 45 de entre 100 y 199; 41 de entre 200 y 499; 6 de entre 500 y 999 trabajadores; y 3 de más de un millar de empleados.

Esta estructura empresarial es muy similar a la del conjunto de España, aunque el tejido productivo granadino está algo más 'atomizado' que el nacional. En el conjunto español las microempresas y pequeñas compañías de menos de 50 trabajadores representan un 99,3% del total, tres décimas porcentuales menos que en Granada. Igual ocurre con las empresas de más de medio centenar de empleados. Mientras que en Granada apenas representan un 0,4%, en el conjunto español tienen un peso, también mínimo pero mayor, del 0,7%.

De hecho, Granada es una de las provincias andaluzas donde más peso tienen las microcompañías. Si sólo se tienen en cuenta las firmas de menos de 10 asalariados, en todo el territorio nacional sólo hay cinco provincias en las que la economía dependa más de las microempresas: Ávila, Cáceres, Lleida, Ourense y Zamora.

Pero, ¿qué consecuencias tiene esta estructura productiva? Según el último informe elaborado por el Consejo Empresarial para la Competitividad, el thinktank de las grandes empresas, la gran concentración de microempresas en España, mucho mayor que en Alemania, Francia o Reino Unido, supone "una debilidad" para la economía. El argumento del Consejo Empresarial es que las medianas y grandes compañías son "más productivas, más innovadoras y exportan más", lo que a su vez provoca un "efecto arrastre positivo" para las pequeñas compañías y las micropymes.

Desde luego, el tejido empresarial granadino ha demostrado ser especialmente vulnerable durante la crisis económica. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, en enero de 2008 había en Granada 62.269 empresas, lo que significa que desde entonces los problemas económicos, la caída de la actividad, los crecientes impagos de las administraciones y la dificultad para acceder al crédito financiero han acabado con un 12,6% del tejido empresarial granadino. En seis años, Granada ha perdido 7.865 empresas, lo que ha dejado a la economía de la provincia con el menor número de compañías en activo desde el año 2005.

De esas 7.865 empresas que se han perdido, 7.709 son pequeñas empresas y micropymes. Pese a todo, no puede decirse que las grandes empresas granadinas se hayan librado de la crisis, porque mientras que el grupo de las pequeñas compañías ha perdido un 12,4% de sus miembros, el de las medianas y grandes se ha reducido un 41,4%. En 2008, antes de que comenzara la crisis, Granada contaba con 386 empresas de más de 50 trabajadores, 160 más que en la actualidad. Aunque siguen funcionando las mismas tres empresas de más de un millar de trabajadores que hace seis años, se ha reducido sensiblemente el número de firmas de entre 50 y 99 asalariados (que han pasado de 230 a 131); de igual manera que ha mermado el grupo de empresas de entre 100 y 199 trabajadores (ahora hay 45 y en 2008, 96), y el de entre 500 y 999 (que han pasado de ser 16 a sólo 6).

"Necesitamos más, mejores y mayores empresas". Así lo asegura el secretario general de la Confederación Granadina de Empresarios (CGE), Luis Aribayos, que confirma que la estructura empresarial de Granada en particular y de España en general "tiene consecuencias económicas importantes". Las desigualdades entre las grandes y las pequeñas empresas son muchas, y explican en buena medida las mayores dificultades a las que se enfrentas pymes y micropymes para su supervivencia. Acceso al crédito, economía de escala, presión fiscal, capacidad de negociación con clientes y proveedores, morosidad de administraciones y grandes empresas... La situación, explica Aribayos, es complicada.

De hecho, todas estas dificultades tienen como resultado que "a día de hoy más del 60% de las pymes españolas sigan en pérdidas", después de una crisis que se ha llevado por delante más del 250.000 pymes y en la que la supervivencia ha estado estrechamente ligada "al compromiso financiero personal y familiar de los empresarios".

El secretario general de la CGE asegura que para las economías granadina, andaluza y española "es muy importante llevar a cabo procesos de concentración y uniones que permitan ganar tamaño y competitividad". Desde las organizaciones empresariales se lleva tiempo solicitando medidas que estimulen dichas alianzas y uniones, ya que se considera vital para el futuro de la economía española que vayan creciendo los tramos de pequeñas empresas (10-49 empleados) y medianas (50-249), más incluso que el hecho de que aumente el número de grandes compañías. "Como cualquier estructura, la economía necesita una base lo más fuerte posible y cuantas más pequeñas y medianas empresas existan, más probabilidades tendremos de que algunas lleguen a ser grandes empresas".

Otra de las claves para garantizar la supervivencia empresarial, para ganar competitividad y reforzar la economía granadina, es la internacionalización. El problema es que salir al extranjero, que en esta crisis ha demostrado ser una garantía para la supervivencia -Aribayos indica que las empresas exportadoras o internacionalizadas han sufrido mucho menos durante la recesión-, resulta "extremadamente complicado para las micropymes y pymes". Para facilitarlo en la medida de lo posible, la CGE y la Cámara de Comercio han puesto en marcha la Asociación Empresarial Granada Internacional, cuyo objetivo es precisamente ayudar a las pymes a salir a internacionalizarse.

En el caso de Granada, la estructura empresarial también está marcada por un modelo productivo con escasa incidencia de la industria. Desde la CGE explican que los países europeos con mayores porcentajes de grandes empresas son aquellos con más industria, como Alemania o el Reino Unido, mientras que otras economías más dependientes del sector terciario, como las de Francia, Italia o Portugal, tienen estructuras empresariales muy parecidas a la española.

Pero, ¿qué modelo productivo puede adoptar Granada para garantizarse una estructura empresarial menos atomizada? Los empresarios granadinos apuestan principalmente por el sector agroalimentario y la industria del conocimiento relacionada con la tecnología y la biotecnología. En este último campo, Granada está dando pasos de gigante en los últimos años con la creación del proyecto OnGranada Tech City, que apuesta por convertir a la ciudad en una plaza tecnológica de excelencia y que cuenta con la participación de todas las administraciones públicas. El sector tecnológico granadino cuenta en la actualidad con una facturación aproximada de 49 millones de euros y emplea de forma directa a más de 4.000 profesionales.

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