El corte ferroviario con Antequera (Málaga) que Granada sufre desde el pasado 7 de abril seguirá vigente hasta el 7 de febrero de 2016. Es decir, por un plazo de cuatro meses más los autobuses cubrirán el trayecto entre la estación de Andaluces y la de Santa Ana, en la localidad de la provincia vecina. Así lo ha estimado el Ministerio de Fomento, a través del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), después de que anteayer (7 de octubre) caducara el segundo plazo dado para la conclusión de los trabajos que permitirán que el AVE llegue a la provincia. De este modo, el cese del tráfico por tren con Andalucía occidental y Madrid ascenderá a diez meses, siempre y cuando este nuevo plazo se cumpla.

A fecha de 6 de marzo de 2015, Adif concretó el primer plan de obra que contemplaba el corte "total" de la vía entre el 7 de abril y el 7 de agosto. Un mes después, el 7 de abril, el ente ferroviario introdujo una modificación. El plazo anterior era ampliado hasta el 7 de octubre. Un semestre después, el periodo se prorroga al 7 de febrero del próximo año. Dos cambios que han venido motivados por el retraso en las obras del AVE a su paso por Loja y en la integración en la capital.

La intención del Gobierno central es traer la Alta Velocidad a Granada antes de que termine el año. Con ese propósito, aunque parece complicado tras la resolución anunciada por Adif, las empresas adjudicatarias (Dragados y Tecsa en Loja, y Comsa y Martín Casillas en Granada capital) trabajan cada una en su parte del trazado en el desmonte de las traviesas y la colocación del tercer carril que garantice la adaptación de la vía al ancho internacional. Además, en la ciudad se hace imprescindible la construcción del paso inferior que permita la comunicación al tráfico rodado entre La Chana y Bobadilla.

En relación al AVE, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el pasado miércoles en la inauguración de la A-7 comentó que en Granada se están ejecutando grandes proyectos, como la Alta Velocidad, según dijo, pero sin dar más detalles al respecto. Mientras tanto, el personal de Renfe ya se forma para tripular las nuevas máquinas.