Suele ocurrir del mismo modo en todos los centros educativos entre los meses de septiembre y octubre. En la primera reunión del curso entre los tutores y los padres de los alumnos siempre hay alguien que sugiere crear un grupo de Whatsapp, para estar al corriente de la información que puede generar la clase. O el colegio. O cualquier actividad en la que puedan participar los niños... La propuesta suele ser bien acogida entre el resto de los asistentes a la reunión. "La propuesta es siempre, de primeras, magnífica", explica el director del Instituto de Educación Secundaria Soto de Rojas, Pablo Serrano. Los problemas vienen después, cuando los malentendidos, por un lado, o las opiniones de los padres, por otro, abren la puerta a las discusiones, comentarios fuera de todo o conversaciones que, incluso, ponen el tela de juicio la labor del docente.

"Lo que recomendamos aquí es no entrar" en los grupos de Whatsapp creados por los padres de alumnos, reconoce el director, que admite que este medio de comunicación es "peligrosísimo". Para mantener a los padres informados los tutores emplean el correo electrónico. Un medio quizá menos inmediato que el Whatsapp, pero más seguro para evitar momentos de tensión entre los propios padres.

Serrano reconoce que "se suele" criticar el trabajo de los docentes por este medio, algo contra lo que el profesorado poco puede hacer. Sin embargo, la constatación de casos de violencia verbal y de discusiones a través de esta aplicación de mensajería ha llevado a la Federación de Enseñanza de UGT a proponer unas reglas. El sindicato reconoce que los grupos "se han convertido en una fuente de posibles problemas". Por ello, advierte que "si eres trabajador de la Enseñanza tienes que estar informado de los posibles problemas o situaciones diversas que pueden generar los grupos", cuando "no se gestionan bien". FETE-UGT -que apostilla que "tal vez sea una de las inquietudes que últimamente están dejándose oír en las salas de profesores"- pone el acento en que "pueden difundir y propagar informaciones sobre el profesorado y el propio colegio, elevando el tono de las críticas o entrando en situaciones de patente agresividad de la que posteriormente nadie se hace responsable".

La Defensora del Profesor advirtió del aumento de denuncias por vejaciones a través de esta aplicación móvil en su último informe anual, dado a conocer el pasado mes de noviembre. Amalia Sánchez Gárate, responsable de la Defensoría en Andalucía, señala que "los padres utilizan Whatsapp para comentar lo que hace el profesor". En ocasiones, del comentario se pasa al "insulto" o "se pone en duda su forma de trabajar". "En lugar de hablar con el docente, se utiliza este medio para decir que no tiene ni idea" de dar clase, señala Sánchez Gárate.

Estas críticas pueden llegar al oído de los docentes afectados. Y pueden también desembocar en "situaciones aún más comprometidas y complejas", como aseguran desde FETE-UGT. Ello puede deberse a la falta de una "adecuada estructuración y control por parte de los centros educativos", apunta el sindicato. Mientras se regulan estos grupos -o se afianza un uso más racional de los mismos- se recomienda a los docentes "ser cuidadoso y responsable en la creación de los grupos", algo que se puede extender al uso del resto de redes sociales en los que participe la comunidad educativa, "porque se podría generar problemas de comunicación". Se insta a los profesores a "no participar" en los grupos creados por los padres de alumnos "si no es necesario". Si, llegado el caso, el docente decide entrar en una de estas plataformas de comunicación "sé muy cuidadoso con lo que escribes" y recordar "el derecho a la privacidad". Por último, se recomienda no utilizar el Whatsapp ni aplicaciones similares como medio para transmitir información relevante".

La aplicación para móvil Whatsapp es muy popular.