La tradicional romería de San Cecilio se celebró ayer como cada primer domingo de febrero en la Abadía del Sacromonte. Con menos afluencia que en ediciones anteriores -la tormenta de primera hora de la jornada y la bajada del termómetro influyó en el aforo- se desarrolló el programa previsto en un día en el que el protagonismo se lo llevan las salaíllas y las habas. Hasta 4.500 unidades de las primeras y mil kilos de las segundas se llegaron a repartir junto a botellines de agua y 180 kilos de bacalao de "buena calidad".

Algo más de un millar de personas se acercaron hasta el paraje de Valparaíso para disfrutar de una mañana y primeras horas de la tarde soleadas a pesar de las citadas inclemencias. Esta vez fueron más los paseantes que los que optaron por ocupar una pequeña parcela para tomarse el bocadillo y otros tentempiés más contundentes. No solo la explanada -en la que un año más faltaron las barras- registró mayor ambiente. Por todo el camino desde el Peso de la Harina, las cuevas y establecimientos lucieron su mejor estampa con ricas viandas.

El programa oficial comenzó a las 11:50 horas con la interpretación de los himnos de Granada, Andalucía y España a cargo de la Banda Municipal a las puertas del templo, engalanado para la ocasión con colgaduras y atributos del ajuar de ceremonias del Ayuntamiento de la capital. Diez minutos más tarde se celebró la eucaristía presidida por el arzobispo de Granada, Javier Martínez, a la que asistieron concejales del equipo de gobierno con el alcalde, José Torres Hurtado, a la cabeza y los integrantes de los grupos de PSOE y Ciudadanos. También acudió el delegado provincial de Cultura de la Junta, Guillermo Quero, y otras autoridades civiles como el coronel de la Guardia Civil, Manuel Lamas, o el teniente general del Madoc, José Carrasco. En esta ocasión, el comisionado de la fiesta recayó en los ediles Raquel Fernández (PP) y Luis Salvador (C's) quienes participaron en la ofrenda eucarística.

Una vez concluida la misa, los asistentes depositaron una ofrenda floral en el altar mayor de la iglesia y se desplazaron a las santas cuevas, donde los comisarios sacromontanos y los municipales dejaron flores en el Horno de San Cecilio y en la capilla de la Virgen de las Santas Cuevas, tras lo que visitaron la sala capitular y el claustro superior de la Abadía.

En la vertiente más festiva, distintos grupos de bailes regionales actuaron en el escenario montado ex profeso para las representaciones. Entre los colectivos destacó 'El Jaleo' de Casería de Montijo. De este modo, el colorido, los lunares y los volantes tomaron parte de la atención de los asistentes.

Tampoco hay que dejar de lado la parcela más cultural y devocional con la apertura de las catacumbas donde se produjeron los martirios y en la que durante el año permanecen las reliquias del patrón de la ciudad de Granada. Por la tarde hubo gran expectación para adentrarse en ellas. Una larga cola pasadas las tres de la tarde superaba la distancia que hay entre esta zona y la puerta del templo. Los visitantes hicieron la tradicional ruta por el interior del místico inmueble que cuenta con un total de cuatro capillas. Muchos de ellos aprovecharon el tránsito por la conocida como la de la Piedra para besar esta. Y es que la leyenda popular atribuye la virtud de conceder marido dentro del año a la mujer que la besa.