La Alhambra recuperará antes de finales de agosto el servicio de audioguías que lleva suspendido desde el pasado 4 de octubre, cuando caducó el contrato que ofrecía Stendhal Museum Solutions SL, empresa investigada por posible prevaricación en una causa que provocó la imputación y dimisión de la anterior responsable del monumento nazarí. La nueva empresa adjudicataria del servicio, Gvam Guías Interactivas, firma mañana el contrato con el director del Patronato de la Alhambra, Reynaldo Fernández, para hacerse cargo de las audioguías en el monumento más visitado de España durante los próximos cuatro años, después de ganar un concurso público al que se presentaron otras cinco compañías. Gvam, que presta este servicio en el Palacio Real de Madrid o en el Museo de la Evolución Humana de Burgos, pagará un canon fijo de 520.000 euros al año, además de suscribir una póliza de responsabilidad civil por valor de más de 500.000 euros.

En el anterior contrato firmado en septiembre de 2007, el Patronato de la Alhambra y el Generalife adjudicó a GTP Museum Solutions la explotación del sistema de audioguía por 77.000 euros de canon fijo, que se incrementarían a 121.000 si se superaban las 250.000 unidades, además del 47 % de canon variable. En este sentido, la oferta de Gvam supera ampliamente el mínimo de 300.000 euros de canon fijado en el pliego de condiciones del concurso y ha obtenido una nota de 93,725 sobre 100 puntos. A partir de la firma del contrato, la empresa cuenta con un plazo de 60 días para reactivar el servicio de audioguías, que en la actualidad se ofrece mediante una app para teléfonos móviles mediante la wifi del recinto nazarí.

Los nuevos dispositivos que utilizarán los millones de visitantes de la Alhambra contarán con conexión wifi, bluetooth y acceso a internet, además de recopilación y análisis de datos de comportamiento y uso del visitante. Además, las audioguías tendrán un sistema de ubicación, orientación y navegación por mapas (GPS), además de geolocalización y planificación de rutas predefinidas.

Mientras el turista recorra el monumento podrá ir recogiendo en el dispositivo imágenes tomadas con la cámara y comentarios grabados, de forma que pueda llevar un diario audiovisual de su visita, que más tarde puede ser descargado como recuerdo en lo que se denomina "el diario del viajero", o enviarlo a otro dispositivo personal mediante alguna de las formas de conexión de las que dispone. Además, las personas con discapacidad auditiva contarán con un sistema de signoguía, con interfaz de pantalla táctil.