El alcohol, los porros y las pastillas tranquilizantes son las adicciones al alza en Granada. Así consta en la memoria que Proyecto Hombre presentó ayer con los datos de atenciones realizadas en 2015. Ese año, según explicó el director de Proyecto Hombre Granada, Manuel Mingorance, atendieron a 1.008 personas en tratamiento directo. Pero llegaron a muchas más con programas preventivos y talleres (en colegios y otros centros públicos) que han contado con la participación de 7.300 personas.

Analizando las adicciones más comunes que reciben para tratamiento, son el alcohol, los porros y los psicofármacos los que generan un mayor número de nuevos casos de adicciones.

"El 35% de las personas en tratamiento tiene problemas de alcohol", dijo Mingorance. Es la principal adicción a la que dan tratamiento en Proyecto Hombre. Aunque también está el cannabis (30% de las asistencias) y en menor medida, la cocaína (15%), cuyo consumo ha bajado en los últimos años debido a la crisis, que ha hecho que las adicciones más "caras" pierdan terreno.

De ahí que el alcohol, una "droga normalizada, barata y de fácil acceso", sea la que sigue ganando terreno y en primera posición en el listado de adicciones en Granada. "Todo lo celebramos con alcohol y muchas personas tienen problemas. Además, no da la cara al principio sino tras muchos años, por lo que gente joven ahora puede presentar problemas mucho más serios cuando tengan 45 o 50 años".

Los tratamientos también más numerosos son a politoxicómanos, que consumen el tridente: alcohol, porros y cocaína. Son el 40% de las atenciones porque, según Mingorance, "pocas personas consumen una única sustancia" y son estas tres las que más coinciden en una misma persona que presente una drogadicción.

Mingorance destacó también el incremento que se da entre los jóvenes y las personas que consumen porros. De esta sustancia hay "mucho" consumo en la actualidad y han tratado a unas cien personas por este problema en Granada en el último año.

Y hay otras sustancias que también se elevan, como "el consumo de psicofármacos, sobre todo entre las mujeres, tipo lexatin y trankimazin".

Todo sustancias que hacen camuflar la realidad y aislar a la persona de su situación. Muchos es por otros problemas pero la crisis económica y la situación en la que han quedado muchas familias, es causa principal en el repunte de los de las adicciones. "Antes de la crisis las adicciones eran más recreativas y lúdicas, pero con la crisis y el desempleo ha sido la forma de tapar la frustración en gente que no ha tenido las habilidades para superarlo. Es una forma de anestesiar la realidad", aseguró el presidente de Proyecto Hombre Granada.

Para Mingorance, en cualquier adicción, lo que más cuesta es "la toma de conciencia" de que existe un problema. "Se culpa a los demás, nunca ellos tienen la culpa", por eso cuando toman conciencia es fundamental recibir ayuda para superar el problema, que nunca es sólo la sustancia, sino alguna situación anterior.

Además, Mingorance explicó que también cuando una persona entra en tratamiento se trabaja con el entorno y sobre todo con la familia y acompañantes, que también lo pasan "muy mal" cuando hay un problema de adicción en casa.

Lo primero que se hace cuando llega una persona adicta es una entrevista en profundidad para analizar la situación y el problema y diseñar una intervención y tratamiento.

El número de personas en tratamiento durante 2015 en Proyecto Hombre Granada (1.008) es similar al de año anteriores, explicó Mingorance, que incidió en la plantilla de trabajadores y voluntarios que colaboran en el tratamiento a estas personas: 32 trabajadores profesionales remunerados bajo convenio y 87 voluntarios. Los trabajadores y voluntarios realizan las terapias de intervención y los talleres preventivos.